The Diplomat
El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, se mostró ayer “alarmado por el creciente número de armenios” que han huido de sus hogares en Nagorno Karabaj desde la ofensiva lanzada por Azerbaiyán contra este territorio y reclamó que se garanticen “los derechos y seguridad de la población”.
“Alarmado por el creciente número de armenios huyendo de sus hogares en Nagorno Karabaj y la explosión que ha dejado cientos de fallecidos”, declaró Albares a través de su cuenta oficial de X, la antigua Twitter, en referencia a la explosión de un depósito de combustible, que el pasado lunes causó al menos 70 muertos.
“Los derechos y seguridad de la población deben estar garantizados”, al igual que la “llegada de ayuda humanitaria”, advirtió el ministro en funciones. “La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) estará presente”, concluyó. El embajador de España en Rusia (con acreditación en Armenia), Marcos Gómez, ha mantenido varios encuentros a lo largo de esta semana con las ONG que operan en Armenia y en las fronteras con Nagorno Karabaj e incluso acompañó a la Misión de la UE en Armenia (EUMA) en una de sus patrullas por la provincia de Syunik, en el sur del país.
Azerbaiyán lanzó una operación militar relámpago el pasado 19 de septiembre que concluyó con un alto el fuego que prevé el desarme de las fuerzas pro armenias del enclave y que permitirá la recuperación efectiva de facto de Nagorno Karabaj, un territorio mayoritariamente armenio cuya soberanía pertenece a Azerbaiyán pero que mantenía un alto grado de autonomía. Se calcula que más de 47.000 personas, de un total de 120.000 habitantes, han abandonado el territorio en dirección a Armenia desde el comienzo de la ofensiva.