<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, aprovechó ayer la conmemoración del Día Europeo de las Lenguas para ensalzar la “pluralidad lingüística” de España, pocos días después de aprobarse la modificación del Reglamento del Congreso en relación al uso de las lenguas cooficiales y de que los Estados miembros de la UE paralizasen su intento de oficializar el uso del catalán, del euskera y del gallego en la Unión Europea. </strong></h4> <strong>Sánchez participó en un acto en la sede del Instituto Cervantes de Madrid para conmemorar el Día Europeo de las Lenguas, creado en 2001 por la Unión Europea para fomentar el aprendizaje de idiomas en Europa y reconocer la riqueza del plurilingüismo y que se celebra hoy 26 de septiembre</strong>. En el acto se presentó una edición especial del poema de Federico García Lorca <em>Grito hacia Roma</em>, traducido a todas las lenguas oficiales de la Unión Europea y a las lenguas oficiales de España, y se hizo entrega del legado de Rosalía de Castro a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. En su intervención, <strong>el presidente recordó que en Europa se hablan más de doscientas lenguas</strong>, “algo único en el mundo y excepcional por su singularidad” y que “merece el máximo nivel de protección desde todas las instituciones de la Unión”- Sánchez afirmó también que <strong>la “pluralidad lingüística” española es un “valor único que nos define y nos hace ser como somos”. </strong><strong>“Escuchar en el Parlamento las lenguas con las que nuestros compatriotas nombran la realidad de España era imprescindible”</strong>, porque “esas lenguas forman parte del gran legado cultural de nuestro país y debemos cuidarlas” y porque “proteger una lengua es también una decisión política. Al igual que lo es censurarla o cercenarla”, prosiguió, en relación con la modificación del Reglamento del Congreso. <strong>“Hay quien tiene la tentación de caricaturizar este esfuerzo, incluso quien inventa batallas y conflictos allí donde sólo hay normalidad democrática”</strong>, declaró. “A quienes así razonan les diré, con todo el respeto, que, como en tantas otras conquistas y avances, el tiempo acabará dando la razón al progreso y la convivencia. En lugar del ruido transitorio del presente, la esperanza del mañana”, añadió. “El orgullo por una identidad nacional no debe confundirse nunca con un sentimiento cerrado o con el rechazo al conocimiento de los otros”, advirtió. En el acto intervinieron también el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y la presidenta del Consello da Cultura Galega, Rosario Álvarez, y contó con la presencia de los ministros en funciones de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría. <strong>La presencia de Pedro Sánchez en el acto se produjo seis días después de que los socios europeos decidieran que no existe ninguna urgencia en oficializar el uso del catalán, del euskera y del gallego en la Unión Europea, como pretendía el Gobierno español</strong>, y optaran por aplazar cualquier decisión al respecto a la espera de un dictamen jurídico del Consejo de la UE sobre las consecuencias de la medida y un análisis del impacto económico, político y práctico que tendría. El Ejecutivo de Sánchez había intentado conseguir el apoyo de los Veintisiete a esta iniciativa, acordada con los independentistas catalanes y vascos para lograr el apoyo a su investidura como jefe del Gobierno. Por su parte<strong>, José Manuel Albares</strong> declaró ayer, durante un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas Europeos (APE) en Madrid, que el Gobierno trabaja para “intentar avanzar lo antes posible” en este asunto. En todo caso, recordó que ningún Estado miembro expresó su veto en el Consejo de Asuntos Generales (CAG) del pasado 19 de septiembre (el cambio del reglamento lingüístico de la UE requiere de la unanimidad de los 27), a pesar de que “ese era el día de hacerlo si alguno está en contra”, y aseguró que “la realidad es que todos los Estados miembros están de acuerdo con trabajar con España para que catalán, euskera y gallego sean lenguas oficiales de la UE”.