<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, clausurará hoy en la sede del Instituto Cervantes en Madrid un acto conmemorativo por el Día Europeo de las Lenguas, apenas una semana después de que los Estados miembros de la UE paralizasen su intento de oficializar el uso del catalán, del euskera y del gallego en la Unión Europea.</strong></h4> <strong>El Día Europeo de las Lenguas, creado en 2001 por la Unión Europea para fomentar el aprendizaje de idiomas en Europa y reconocer la riqueza del plurilingüismo, se celebra mañana 26 de septiembre</strong>, pero será precedido en España por una edición especial en la que intervendrán <strong>Pedro Sánchez y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero</strong>, y en la que se escenificará un recital de poemas en las lenguas oficiales de los países que conforman el trío de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea (España, Bélgica y Hungría) y en las tres lenguas cooficiales de españolas, según informó el Cervantes en una nota de prensa. Durante el acto se presentará <strong>una edición especial multilingüe del poema <em>Grito hacia Roma</em>, de Federico García Lorca</strong> (incluido en la obra <em>Poeta en Nueva York</em>), que ha sido elaborada por el Instituto Cervantes en colaboración con la Fundación Federico García Lorca y la Oficina de Coordinación de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea y que incluye el poema traducido a las 24 lenguas oficiales de la Unión Europea y a las tres lenguas cooficiales españolas —euskera, catalán y gallego —, además de ilustraciones del propio Lorca. El acto contará con representantes de las Embajadas de los países que conforman el trío de la Presidencia, que recitarán la composición de García Lorca en sus respectivas lenguas: Kinga G. Nagy, cónsul general adjunta de Hungría (en húngaro), y, por parte de la Embajada de Bélgica, Clémence Bouchat, encargada de Cultura para Valonia-Bruselas International (en francés); Catherine Van der Linden, encargada de Comunicación y Diplomacia Pública (en neerlandés); y José de Pierpont, ministro consejero (en alemán). Por su parte, los escritores Bernardo Atxaga, Estel Solé y Manuel Rivas recitarán los versos en euskera, catalán y gallego, respectivamente; y el actor y director Juan Diego Botto, hará lo propio en español. Aparte, la presidenta del Consello da Cultura Galega, Rosario Álvarez Blanco, depositará en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes el legado <em>in memoriam</em> de la escritora Rosalía de Castro (Santiago de Compostela, 1837 - Padrón, 1885), cuya obra inició el periodo conocido como <em>Rexurdimento </em>gallego. <strong>La presencia de Pedro Sánchez se producirá seis días después de que los socios europeos decidieran que no existe ninguna urgencia en oficializar el uso del catalán, del euskera y del gallego en la Unión Europea</strong>, como pretendía el Gobierno español, y optaran por aplazar cualquier decisión al respecto a la espera de un dictamen jurídico del Consejo de la UE sobre las consecuencias de la medida y un análisis del impacto económico, político y práctico que tendría. El Gobierno envió el pasado martes al ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, a la reunión del Consejo de Asuntos Generales, a la que suelen ir los ministros o secretarios de Estado que llevan directamente las cuestiones europeas, porque deseaba asegurar el apoyo de los Veintisiete a una iniciativa acordada con los independentistas catalanes y vascos para lograr el apoyo a su investidura como jefe del Gobierno. En un intento de sumar adeptos a su iniciativa, el ministro de Asuntos Exteriores ofreció comenzar primero con el catalán y dejar para más adelante el euskera y el gallego. La decisión del ministro de priorizar el catalán, que él mismo justificó con el argumento de que se había optado por el idioma “cuyos representantes han solicitado con más insistencia” la inclusión de su lengua en el marco comunitario y porque, de las tres lenguas cooficiales, es, con más de 10 millones de hablantes, la de mayor presencia, causó un gran malestar entre los nacionalistas vascos y gallegos, cuyo voto también necesita Sánchez para obtener la investidura.