<h6 class="p2"><strong>Ángel Collado</strong></h6> <h4 class="p2"><strong>El presidente del PP se enfrentará mañana en el Congreso a una sesión de investidura como aspirante a jefe del Ejecutivo que da por hecho que será fallida ante el rechazo en bloque de los partidos de izquierda representados en la Cámara más los grupos independentistas.</strong></h4> <p class="p2">Los compromisos previos o los avances actuales en la negociación entre Pedro Sánchez y los separatistas catalanes a costa de la unidad nacional abocan a Alberto Núñez Feijóo a ser el próximo jefe de la oposición aunque encabece al grupo mayoritario y a empezar su tarea de forma preventiva en defensa del marco constitucional como ya hizo <strong>este domingo en Madrid en una manifestación multitudinaria que desbordó las previsiones del propio PP.</strong></p> <p class="p2">Dos meses después de las elecciones generales del pasado 23 de julio <strong>Feijóo sigue sin poder contar para su investidura más que con los 137 diputados del PP, los 33 de Vox más dos regionalistas, uno de Navarra y otro de Canarias.</strong> Con 172 votos a favor se queda a 4 escaños de la mayoría absoluta necesaria en la primera votación para ser elegido presidente del Gobierno y tiene ya la predisposición vicepresidenta y sucesora de Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, añade además como fijos los 6 escaños de Bildu, la formación heredera del brazo político de ETA.</p> <p class="p2">La desventaja del dirigente socialista frente al bloque de centro derecha <strong>sólo puede ser cubierta con los 5 escaños del PNV, los 7 diputados de ERC (sus aliados habituales en la pasada legislatura) más los 7 del partido del expresidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont.</strong></p> <p class="p2">Como el PNV, formación de derecha tradicionalista además de nacionalista, descarta descantarse por Feijóo, e incluso abstenerse; <strong>el prófugo de la Justicia y cabeza principal de la intentona secesionista del 1 de octubre de 2017 tiene la clave para que Sánchez pueda seguir en el poder.</strong> Puigdemont pide a cambio una ley de amnistía en beneficio propio y de todos los implicados en el golpe que ya da por lograda sin que Sánchez se atreva a contradecirle, un camino claro para la secesión de Cataluña y más privilegios fiscales y de inversión antes de la ruptura final.</p> <p class="p2">Las exigencias anticonstitucionales del dirigente separatista pendiente de ser juzgado, desde la impunidad judicial a la ruptura a la unidad nacional y el régimen democrático alumbrado en 1978, son el guion sobre el que <strong>Sánchez trabaja para reeditar su fórmula de “gobierno progresista” (de socialistas y comunistas) de la pasada legislatura</strong> que ahora tendrá que ser auxiliado por los independentistas y supremacistas catalanes y vascos.</p> <p class="p2">Con la amnistía para los golpistas descontada aunque vaya a tener otro título, <strong>el PP se ha volcado en las últimas semanas en hacer un llamamiento a los socialistas para que se atrevieran a hacer públicas su discrepancia</strong> con los planes de su actual jefe en contra ya de la propia Transición Democrática en la que el PSOE fue un protagonista destacado.</p> <p class="p2"><strong>La vieja guarda del partido, con Felipe González (presidente del Gobierno socialista entre 1982 y 1996) a la cabeza, ha clamado contra la deriva se Sánchez</strong> sin que este se haya conmovido salvo para expulsar a otro veterano, Nicolás Redondo, por el hecho de criticar su entrega a los independentistas.</p> <p class="p2">Ante ese panorama y vista la inviabilidad de su investidura de esta semana en el Congreso, <strong>Feijóo se rodeó este domingo de los principales dirigentes de su formación</strong>, la mayoría al frente de gobiernos autonómicos y municipales, y de los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy y José María Aznar, para presentarse ya como jefe de la oposición al Gobierno sanchista que se teme venir: el del desborde constitucional.</p> <p class="p2"><strong>El presidente del PP montó el acto para demostrar la unidad de su partido sin diferencias generacionales frente a la división del PSOE</strong> y su poderío en el poder autonómico (11 presidentes regionales reunidos) comparado con el de los socialistas: sólo dos presidentes de autonomía y uno de ellos, Emiliano García-Page, abiertamente en contra de Sánchez.</p> <p class="p2">El mensaje fue claro y será el meollo de la intervención de Feijoó mañana en el Congreso: <strong>toca al PP convertirse en referente del constitucionalismo y de la defensa de los principios democráticos y constitucionales</strong> (la igualdad entre españoles) frente al plan de los privilegios para las “élites independentistas” con que Sánchez quiere asegurar su propia investidura.</p>