<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, advirtió ayer en la sede de la ONU en Nueva York de la necesidad de reformar los bancos multilaterales de desarrollo, así como de aumentar su capacidad de financiación y de llevar a cabo acciones que aborden la crisis de la deuda, a fin de beneficiar a los “más vulnerables, incluidos los países de renta media”.</strong></h4> <strong>“Resulta crucial y urgente reformar los bancos multilaterales de desarrollo”</strong>, afirmó Sánchez durante su intervención en la mesa de alto nivel <em>Hacia una arquitectura financiera internacional justa</em>, coorganizada por el Gobierno de España y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para abordar la reforma de la arquitectura financiera internacional. El evento, organizado en la sede de Naciones Unidas en el marco de la Semana de Alto Nivel de la ONU y del arranque del 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, reunió a jefes de Estado y de Gobierno de Argentina, Bangladesh, Cabo Verde, Ghana, Ruanda, Senegal, y otros representantes de Francia, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos y Chile. También participaron la directora gerente del FMI y los presidentes del Banco Europeo de Inversiones y del Banco Africano de Desarrollo, junto con otros altos cargos del Banco Mundial, la CAF, el Banco Interamericano de Desarrollo y de Naciones Unidas. A juicio de Sánchez, es necesario aumentar “sustancialmente” la capacidad de préstamo de los bancos multilaterales de desarrollo, así como promover los préstamos en condiciones favorables y la puesta en marcha de las ventanillas de emergencia, para <strong>“mejorar la capacidad de los bancos multilaterales de desarrollo de hacer frente a los retos mundiales y las necesidades de los más vulnerables, incluidos los países de renta media”.</strong> En segundo lugar, Pedro Sánchez destacó la necesidad de “explorar herramientas y enfoques innovadores para canalizar más recursos y mejorar la potencia de los bancos multilaterales de desarrollo, incluso mediante capital mixto, híbrido o garantías”, optimizando, a tal fin, <strong>el uso de los Derechos Especiales de Giro (DEG)</strong> recibidos en 2021, “que nos ha permitido movilizar 100.000 millones de dólares”. <strong>“España ha contribuido tanto al Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza como al Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad, en línea con sus compromisos de recanalización de los DEG, pero estamos dispuestos a explorar otras opciones”</strong>, prosiguió. En tercer lugar, el jefe del Ejecutivo en funciones pidió <strong>“medidas audaces para abordar la actual crisis de la deuda que afecta a docenas de países”</strong> y para que los procesos de reestructuración se lleven a cabo de manera más rápida, y que se incluya a los países de renta media. En este sentido, Pedro Sánchez destacó que los canjes de deuda por clima y las cláusulas de suspensión del pago de la deuda por desastres naturales y climáticos también pueden ser herramientas útiles para los Gobiernos de los países más vulnerables a los impactos del cambio climático. Sánchez también subrayó el papel central que debe jugar Naciones Unidas en lo relativo al proceso de mejora de la arquitectura financiera internacional y reiteró la voluntad de España de albergar en 2025 la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, <strong>Charles Michel,</strong> afirmó que la “arquitectura financiera global actual es como una casa vieja, construida en otro tiempo, para otro momento, y esta casa nos ha servido bien durante décadas”, pero “es hora de hacer que esta casa vuelva a ser fuerte y resistente, para proteger a sus habitantes y satisfacer sus necesidades”. Según Michel, “tenemos que asegurarnos de que todos tengan un acceso justo a la financiación y, para que esto suceda, los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) deben reformarse y debe haber un acceso mejor, más rápido y más efectivo al financiamiento”. “Esto nos permitirá hacer frente a los desafíos mundiales, como el cambio climático, la biodiversidad, las pandemias y la pobreza”, añadió. <strong>La mesa sobre la reforma del sistema financiero internacional fue el evento más importante de la segunda jornada de Pedro Sánchez en la Semana de Alto Nivel de la ONU</strong>, que incluyó el arranque de la Asamblea General, en la que intervinieron el secretario general de la ONU, António Guterres, el presidente de Brasil (como es tradición), Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su calidad de país anfitrión. A continuación, comenzó el turno de intervenciones de los jefes de Estado o de Gobierno. La intervención de Pedro Sánchez tendrá lugar hoy y con ella concluirá su participación en la Semana de Alto Nivel. <h5><strong>Bilaterales: Mauritania, Irak y Sáhara Occidental</strong></h5> Aparte, Sánchez mantuvo ayer <strong>reuniones bilaterales con el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouni, y con el primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani</strong> (seis meses después de que España asumiera el mando de las operaciones de la OTAN en Irak), con quienes destacó “las sólidas relaciones bilaterales y el trabajo de cooperación de España en ambos países”, según informó Moncloa en su cuenta oficial de la red social X, antigua Twitter. El día anterior, <strong>el presidente del Gobierno en funciones abordó con Antonio Guterres, la cuestión del Sáhara</strong> <strong>Occidental,</strong> según informaron fuentes gubernamentales a la agencia Europa Press. Durante el encuentro, el secretario general informó a Sánchez sobre la reciente gira de su enviado especial para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura (la tercera desde que fue nombrado en noviembre de 2021), en la que mantuvo encuentros con Marruecos, el Frente Polisario, Argelia y Mauritania, y Pedro Sánchez expresó el respaldo de España a los esfuerzos de De Mistura para intentar encontrar una solución al conflicto en la antigua colonia española. El enviado especial deberá presentar su informe sobre la situación en el Sáhara Occidental a mediados de octubre ante el Consejo de Seguridad de la ONU.