<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño, intentará convertirse en profeta en su tierra y asegurar, durante la próxima reunión informal del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) en Santiago de Compostela, su nombramiento como presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), donde competirá con la hasta ahora vicepresidenta y comisaria europea de Competencia, la danesa Margrethe Vestager.</strong></h4> El Banco Europeo de Inversiones (BEI), fundado en 1958 tras la entrada en vigor del Tratado de Roma que constituyó la Comunidad Económica Europea (CEE), constituye el principal brazo financiero de la UE y es uno de las mayores entidades de desarrollo a escala mundial. Tanto si gana Calviño como si lo hace Vestager (las dos principales candidatas), se trataría de la primera mujer al frente de la entidad desde su fundación hace 65 años. España ha aprovechado la Presidencia de turno del Consejo de la UE para introducir el debate y la votación por la presidencia del BEI durante la reunión del Ecofin, que tendrá lugar los días 15 y 16 de este mes en la capital de Galicia, la misma comunidad autónoma de la que es natural Nadia Calviño. La vicepresidenta española en funciones y la liberal Margrethe Vestager optarán al cargo junto a otros tres candidatos, la polaca y vicepresidenta del BEI Teresa Czerwinska, el exministro italiano Daniele Franco y el sueco y también vicepresidente del BEI Thomas Östros. <strong>El pasado miércoles, Caviño expresó en Bruselas su “fuerte motivación” para presidir el BEI y declaró que “España ha presentado una candidatura fuerte para tratar de tener, por primera vez, una persona española y una mujer a la cabeza del BEI”.</strong> Por su parte, Vestager pidió recientemente una excedencia temporal en la Comisión Europea para centrarse en su candidatura, a la espera de que se tome una decisión. <strong>Para Calviño, esta candidatura es especialmente relevante tras sus fallidos intentos por dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la marcha de Christine Lagarde al Banco Central Europeo (BCE) y por presidir el Eurogrupo, formado por los ministros económicos de la zona euro.</strong> Para conseguir la presidencia del BEI se precisa el apoyo del 68% del capital del banco y de al menos 18 Estados miembros. Dado que la participación de cada Estado miembro depende de su peso económico en la UE en términos de PIB, para conseguir el cargo es imprescindible contar con el apoyo de las tres grandes potencias económicas de Europa y principales accionistas del banco, con sede en Luxemburgo: <strong>Alemania, Francia e Italia</strong>. España cuenta con el 11% del accionariado y estos tres países poseen el 19% cada uno. La suma de los cuatro países aseguraría, por tanto, el 68% necesario, al margen de lo que vote el resto. Según informó este pasado viernes el portal informativo Economía Digital, <strong>Nadia Calviño ya se ha asegurado el apoyo de los grandes accionistas del BEI, Alemania, Italia y Francia, por lo que todo apunta a que finalmente triunfará en su propósito de conseguir la presidencia del BEI</strong>. Concretamente, España habría conseguido el apoyo de Alemania a cambio de sacrificar el nombramiento de Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, como supervisora del BCE en favor de la alemana Claudia Buch. Asimismo, habría obtenido el favor de Francia tras el acuerdo entre ambos países para incrementar las relaciones energéticas y habría logrado el respaldo de Italia a cambio de apoyar al citado Daniele Franco para la vicepresidencia del Banco Central Europeo, donde coincidiría con Luis de Guindos. En todo caso, tanto el debate como la votación de Santiago de Compostela se enmarcan en el actual proceso de negociaciones y consultas informales que concluirán con la designación oficial de la persona que suceda al alemán Werner Hoyer, cuyo cargo expira a final de este año. La decisión final corresponderá en realidad al Consejo de Gobernadores del BEI, formado por los mismos ministros de Economía de la UE y que probablemente se pronunciará en octubre. La nueva presidenta asumirá el cargo el 1 de enero de 2024.