<h6 class="p1"><strong>Ángel Collado</strong></h6> <h4></h4> <h4 class="p1"><strong>Los partidos independentistas catalanes y vascos, con el 6 por ciento de los votos en las elecciones generales de julio entre los cuatro, compiten en plantear exigencias de desmantelamiento a plazos del marco constitucional para volver a investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.</strong></h4> <p class="p1">El precio de los separatistas para reeditar su apoyo a un gobierno de coalición de izquierdas, de todas formas en minoría, sube con respecto a la legislatura anterior en el caso de los aliados fijos del PSOE, animados ahora por <strong>la factura que preparara el expresidente de la Generalitat y prófugo de la Justicia Carles Puigdemont.</strong></p> <p class="p1">Sánchez, segundo en los comicios, insiste en dar por hecho que seguirá en el poder por la vía de ampliar su frente de partidos de izquierda con la incorporación de los 7 diputados de Junts per Catalunya, la formación de Puigdemont. <strong>Junts pide a cambio una ley de amnistía para su jefe y todos los demás implicados en la intentona secesionista del 1 de octubre de 2017</strong>, más un referéndum para la autodeterminación de Cataluña.</p> <p class="p1">Desde Bélgica y en conferencia telemática con la dirección de su partido reunida en Tarragona, <strong>Puigdemont hará públicas mañana mismo sus exigencias para permitir un nuevo mandato de Sánchez al frente del Ejecutivo español.</strong> Ante los ejercicios de posibilismo que han hecho los portavoces sanchistas al hablar de su disposición a estudiar un "alivio penal" para los golpistas, los independentistas ven encarrilada la cuestión y pasan a su segunda condición: la consulta popular y sus condiciones, que es el punto en el que reside el principal interés del mensaje del prófugo.</p> <p class="p1">Desde ERC reapareció el pasado fin de semana su jefe máximo, Oriol Junqueras, para adelantarse al expresidente de la Generalitat y avisar de que, además de la amnistía, él también <strong>exige concreción en el referéndum</strong>. También recordó que para abrir el camino de la autodeterminación se estableció una mesa de diálogo con el Ejecutivo en la pasada legislatura. Junqueras, condenado por el Tribunal Supremo a 13 años de cárcel por sedición y malversación de fondos, fue indultado en 2021.</p> <p class="p1">Mientras los independentistas exhiben sus próximas facturas, Sánchez sigue empeñado en hacer como si hubiera ganado las elecciones porque <strong>Alberto Núñez Feijóo, a los 137 diputados del PP conseguidos en las elecciones, no ha podido sumar más que los 33 de Vox y dos regionalistas</strong>. Son en total 172 escaños en un Congreso de 350 frente a los 178 del resto de la Cámara que el argumentario sanchista califica de "mayoría progresista" y favorable a avalar un nuevo Ejecutivo de izquierdas.</p> <p class="p1"><strong>El gabinete en funciones necesita apuntalar la teoría sobre ese bloque de partidos</strong> propicio a sus intereses con formaciones tan de derechas como el nacionalista vasco (5 diputados), o incluso calificados desde el propio PSOE de "lepenistas" como es el caso de Junts (7 diputados).</p> <p class="p1">Sabedores de que Sánchez los necesita y está dispuesto a casi todo con tal de repetir, las tres formaciones abiertamente independentistas (ERC, Bildu y Junts) compiten entre ellos con exigencias de vías pactadas para crear sus repúblicas independientes. <strong>En la misma carrera entra el PNV al recuperar su viejo plan para convertir el País Vasco en algo parecido en un estado libre asociado</strong> a lo que pudiera quedar de España.</p> <p class="p1">La propuesta del presidente del gobierno autonómico vasco, Íñigo Urkullu, consiste en <strong>"reinterpretar" la Constitución obviando su contenido desde sus principios</strong>, los que consagran la nación, la indisoluble unidad de España y la igualdad entre españoles. El PNV apuesta por alumbrar, al margen de cualquier trámite de reforma constitucional, un nuevo ente "plurinacional" con tres naciones (País Vasco, Cataluña y Galicia) y otra categoría, la del resto de las comunidades se supone.</p> <p class="p1">Los portavoces gubernamentales, que ven negociable con otro nombre, el de "alivio", l<strong>a petición de amnistía para los golpistas catalanes que consideraban inconstitucional</strong> hasta las elecciones del 23 de julio, tampoco se han atrevido a rechazar las teorías de Urkullu.</p> <p class="p1"><strong>Sánchez tiene que esperar a que Feijóo fracase en su sesión de investidura del 26 de septiembre</strong> para concretar después con sus aliados y el prófugo Puigdemonot el resultado final de la subasta del marco constitucional a la que somete su permanencia en el poder.</p>