<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Amnistía Internacional (AI) ha advertido de que la Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que comienza mañana en Bruselas, debe “abordar urgentemente las cuestiones de derechos humanos más apremiantes en ambos continentes”.</strong></h4> <strong>“En un momento de retroceso mundial sostenido de los derechos humanos y de represión creciente de quienes los defienden, Amnistía Internacional pide a los Estados de Latinoamérica y el Caribe y de la UE que defiendan conjuntamente los derechos humanos universales en ambas regiones y en todo el planeta”,</strong> advirtió la organización en una carta abierta a los líderes que asistirán a la Cumbre. Entre las cuestiones “más apremiantes”, AI cita la situación de los defensores de derechos humanos, el espacio de la sociedad civil, los derechos a la libertad de reunión pacífica y a la protesta pacífica, los derechos humanos de las personas refugiadas y migrantes, la violencia y la discriminación contra las mujeres y las niñas y la defensa de los logros en materia de derechos humanos y del sistema internacional de derechos humanos. <strong>“Todos los resultados y compromisos de la cumbre deberán perfilar públicamente unas medidas estratégicas y concretas para garantizar que los derechos humanos siguen estando en el centro de las relaciones UE-LAC y se incorporan de forma generalizada a todas las áreas de esas relaciones, desde las comerciales hasta las digitales pasando por el cambio climático, hasta el máximo nivel”</strong>, prosigue AI. “Éste es un momento crítico para Latinoamérica y el Caribe”, advirtió <strong>Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas</strong>. “Millones de personas se ven forzadas a huir de crisis de derechos humanos y desastres medioambientales en su país de origen en busca de protección internacional”, prosiguió. Además, “la región es el lugar más peligroso del mundo para quienes defienden los derechos humanos, pero, en lugar de tratar de resolver estos problemas, muchos Estados han decidido reprimir las protestas y militarizar sus fronteras y políticas públicas”, denunció. “Esta cumbre ofrece la oportunidad de hacer un cambio significativo” y, por ello, “los líderes y lideresas de la región deben trabajar con sus homólogos europeos para buscar soluciones y defender los derechos humanos y la justicia para todas las personas”, añadió. “Esperamos que los dirigentes de la UE aprovechen esta cumbre para exponer motivos de preocupación en materia de derechos humanos a sus homólogos en Latinoamérica y el Caribe”, advirtió <strong>Eve Geddie, directora del Trabajo de Incidencia en la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.</strong> “Pero también tienen que mirar hacia dentro y afrontar las violaciones de derechos humanos que se cometen en la Unión, incluida la violencia contra quienes buscan seguridad en sus fronteras y las crecientes limitaciones impuestas a organizaciones independientes que trabajan por los derechos civiles”, advirtió. Por ello, destacó, “esta cumbre ofrece a los dirigentes de la UE una oportunidad para volver a comprometerse con los derechos, y esperamos que la aprovechen”.