<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>El mismo día en que el Ministerio de Justicia concedió la nacionalidad española por carta de naturaleza a otros siete disidentes nicaragüenses, otra persona huida de la represión en su país recibió la ciudadanía española por el mismo procedimiento: la judoca cubana Ayumi Leiva.</strong> El pasado miércoles, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la decisión del Consejo de Ministros, a propuesta de la ministra de Justicia, Pilar Llop, de conceder a <strong>Ayumi Leiva Sánchez</strong> la nacionalidad española por carta de naturaleza, un trámite excepcional y mucho más rápido que los cauces habituales que evita que estas personas prolonguen su situación de apátridas durante mucho tiempo. <strong>En agosto de 2021, Ayumi Leiva, que por entonces tenía 19 años, aprovechó una escala en Madrid del equipo nacional de judo cubano, que se dirigía a Cali para participar en el Clasificatorio Panamericano Junior, para pedir asilo político</strong>. En declaraciones a los medios, Leiva explicó en su momento que llevaba más de un mes preparando su huida de Cuba junto a otra judoca, Nahomys Acosta, y que su intención era aprovechar que no existía un vuelo directo desde La Habana a Colombia para pedir asilo político en Madrid. Así lo hizo en el área internacional de la T4 de Barajas, cuando, aprovechando un descuido, las dos deportistas se separaron del grupo y pidieron asilo político a la Policía del control de pasaportes. <strong>“En Cuba no había futuro, pero yo no quería dejar a mi madre sola. Lo hablé antes con ella y me dio su bendición. Me dijo que avanzara, que yo desde España la iba a poder ayudar más. Y que todo saldría bien”</strong>, declaró Leiva al diario deportivo <em>Marca</em>. “<strong>Yo decía que nunca me iba a ir de Cuba, pero en los entrenamientos para Cali me sentía maltratada, humillada</strong>, los profesores no me hacían caso. Estaba demasiado cansada y ellos no me escuchaban. Todos los días era un maltrato distinto. Una amiga mía se sentía igual y planeamos todo esto juntas”, explicó en otra entrevista a <em>Diario de Cuba</em>. Tras su llegada a España, Ayumi Leiva residió en un centro de acogida en Madrid y, poco después, fue trasladada a un piso de acogida en <strong>Valencia</strong> gracias a las gestiones de la Cruz Roja. La deportista reside actualmente en la capital del Turia, donde cobra 170 euros al mes para comida y aseo y 50 para sus “cosas” (“tengo todo lo que necesito”) y sigue entrenando en el Centro de Alto Rendimiento (CEAR). En octubre de 2021, la Federación Valenciana de Judo (FVJ) solicitó a la Real Federación Española de Judo que se le permitiese participar en el campeonato de España de diciembre de 2021. Pese a ser residente legal después de recibir el asilo político y pese a tener la documentación en regla, la Federación le denegó el permiso (solo 48 horas antes del comienzo del torneo) alegando que no podía confirmar que llevase al menos tres temporadas practicando el judo, a pesar de dedicarse a este deporte desde hacía once años en Cuba y de lucir el cinturón negro. Aquella noticia supuso una decepción, pero la deportista no se rindió e inició de inmediato <strong>los trámites para lograr la nacionalidad española con el objetivo, según sus propias palabras, de “representar a España, darle medallas y darle todo... Y si puedo, una olímpica”.</strong> “Ese sería el mayor agradecimiento por lo mucho que han hecho por mí”, añadió, en declaraciones a <em>Marca</em>. En la citada entrevista con <em>Diario de Cuba</em>, Ayumi Leyva se dirigió a los jóvenes cubanos que se dedican al deporte, a los que aconsejó que “no aguanten humillaciones, es duro porque en Cuba no podemos abrirnos y expresar lo que sentimos. No somos sumisos, somos atletas de alto rendimiento”.