<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El programa electoral de Sumar, el movimiento político de izquierdas liderado por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, reclama que España juegue “un papel más activo en la mediación y la resolución pacífica y dialogada en los conflictos” y se compromete a fortalecer “la vía diplomática para lograr una paz justa y duradera” en Ucrania y a dar “marcha atrás con celeridad” al cambio de posición adoptado en 2022 por el Gobierno de Pedro Sánchez con respecto al Sáhara Occidental.</strong></h4> Estos son algunos de los puntos sobre política exterior de <a href="https://verdesequo.es/wp-content/uploads/2023/07/Un-programa-para-ti.pdf" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong><em>Un programa para ti</em></strong></a>, el documento que recoge las propuestas electorales de Sumar. Entre las promesas del partido de Díaz, defiende <strong>“un papel más activo” de España “en la mediación y la resolución pacífica y dialogada en los conflictos en los que la diplomacia española tenga un valor añadido, como los del Sáhara Occidental, Palestina, Colombia, Haití, Ucrania o Sahel”</strong> mediante, entre otras medidas, “la creación de una unidad de mediación y resolución de conflictos en el seno del Ministerio de Asuntos Exteriores” y el impulso de “una red internacional de mediación con la participación destacada de la sociedad civil global y de agentes no estatales”. Sumar pide también que España “<strong>defienda una Europa autónoma y con voz propia en el mundo” mediante “el desplazamiento progresivo de las garantías de seguridad de la OTAN hacia una autonomía estratégica integral </strong>al servicio de la ciudadanía europea y no de la industria armamentística, un espacio europeo de seguridad sujeto a control democrático”, que desarrolle las garantías derivadas del Tratado de la Unión Europea y que “incluya entre sus objetivos prioritarios el respeto a los derechos humanos, así como el bienestar social y medioambiental de los países europeos y sus áreas de vecindad”. Sumar también apuesta por <strong>“abandonar el requisito de la unanimidad en materia de política exterior y de seguridad común” y se compromete a plantear “una interlocución pacífica, autónoma y crítica con China</strong>, en defensa de nuestros intereses y principios, pero alejados de toda veleidad militar, a través de una diplomacia activa y exigente para evitar la confrontación entre grandes potencias”. La formación de Yolanda Díaz apoya también <strong>“unas relaciones renovadas y una nueva agenda progresista con América Latina”</strong>, que incluya el refuerzo de “los vínculos con Gobiernos progresistas latinoamericanos para impulsar agendas compartidas de progreso en foros internacionales e iberoamericanos, dando acompañamiento al proceso de integración regional latinoamericano”, y el impulso del “marco de diálogo político entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), promoviendo la celebración de una Cumbre anual y reorientando las prioridades hacia la lucha contra las desigualdades, la emergencia climática y los feminicidios”. <h5><strong>Palestina, Sáhara, Ucrania</strong></h5> Sumar apoya también <strong>“una nueva relación estratégica con nuestra Vecindad Sur</strong>” y reclama “u<strong>na solución justa para el Sáhara Occidental, Palestina y Ucrania”</strong>. En este sentido, el partido de Díaz se compromete a dar <strong>“marcha atrás con celeridad al cambio de posición adoptado en 2022 con respecto al Sáhara Occidental” y a utilizar “todos los canales de influencia en el conflicto para apoyar plenamente el derecho a la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental, en el seno de las Naciones Unidas, impulsando el trabajo de la MINURSO, y tanto en las instancias regionales como en las relaciones bilaterales con su Vecindad Sur”</strong>. Asimismo, defenderá la constitución de “una comisión de trabajo sobre la responsabilidad histórica de España con el pueblo saharaui, que deberá elaborar un informe sobre las medidas para aplicar los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición en lo relacionado con la situación actual del pueblo saharaui y la responsabilidad histórica del Estado español”. Sumar también apostará <strong>“por el cumplimiento estricto del Derecho Internacional en Palestina para poner fin a la ocupación y a las prácticas de apartheid que sufren sus poblaciones” y abogará “por políticas efectivas para avanzar hacia el reconocimiento del Estado palestino, teniendo siempre en consideración la voluntad de la sociedad civil palestina”</strong>. Asimismo, se compromete a continuar “con <strong>la solidaridad integral con Ucrania” y a fortalecer “la vía diplomática para lograr, cuando las circunstancias lo permitan, una paz justa y duradera alineada con las aspiraciones del pueblo ucraniano y con las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas”</strong>. “Reforzaremos la ayuda humanitaria a Ucrania y apostaremos por un plan de reconstrucción basado en ayudas y no en préstamos, orientado al bienestar de las mayorías ucranianas y no al beneficio de las grandes multinacionales”, añade. La formación izquierdista defiende también <strong>“un servicio exterior moderno y democrático” </strong>mediante la reordenación de “las prioridades de la política exterior española, privilegiando asuntos como la igualdad, la diversidad, las cuestiones climáticas y la construcción de paz”, y otorgando “al conjunto de nuestra política exterior una capacidad de anticipación propositiva y dinámica, así como una mayor coherencia y coordinación con los actores implicados en la agenda exterior”. Aparte, se compromete a “democratizar la carrera diplomática con un sistema de becas para reflejar plenamente la diversidad existente en la sociedad española y garantizar que el origen social y el género no limiten las posibilidades de entrada”. Otros puntos de Sumar en materia de acción exterior incluyen la promoción de “<strong>una Internacional Climática que impulse la descarbonización de la economía, la provisión de energías renovables, la justicia climática global y el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París y del Pacto Verde Europeo”,</strong> el apoyo a “<strong>una reestructuración profunda del sistema de Naciones Unidas y de organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para que sean organismos más transparentes, dotarlos de capacidad operativa y de mecanismos de rendición de cuentas”</strong> y la defensa de <strong>“una completa revisión de la arquitectura internacional de paz y seguridad, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, ante la incapacidad manifiesta de dar respuestas a conflictos como los de Ucrania, Yemen, Etiopía o República Democrática del Congo, entre muchos otros”. </strong>