<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El premio Nobel de Literatura sudafricano (nacionalizado australiano) </strong><strong>John Maxwell Coetzee entregó ayer su legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, lo que le convierte en el primer autor vivo galardonado con el premio literario más prestigioso del mundo que entra en la cámara acorazada de la institución. </strong></h4> <strong>John Maxwell Coetzee (nacido en Ciudad del Cabo en 1940, nacionalizado australiano en 2006 y galardonado con el Nobel en 2003)</strong> <strong>publica desde 2018 primero en español antes de hacerlo en inglés</strong>, su lengua materna, una decisión personal que justifica como “un gesto” por su “distanciamiento de un idioma en cuya visión del mundo no creo” y por su rechazo al “idioma imperialista global”. El acto fue organizado conjuntamente con el Museo del Prado, donde el escritor inauguró el ciclo de residencias artísticas <em>Escribir el Prado</em>, una iniciativa conjunta con la Fundación Loewe. <strong>Coetzee estuvo acompañado por el director del Instituto, Luis García Montero; el presidente del Museo del Prado, Javier Solana; Andrés Úbeda, director adjunto de Conservación e Investigación del Museo del Prado; y Valerie Miles, editora de la revista <em>Granta</em> en español</strong>, donde se publicará el texto que Coetzee escribirá sobre su experiencia en el Prado. <strong> </strong> <strong>“Estoy encantado de asociar mi nombre con el de Miguel de Cervantes”</strong>, afirmó Coetzee durante el acto. “Cuando el Museo del Prado me invitó a pasar un mes en Madrid, no me imaginé que terminaría mi visita en la cámara acorazada de un banco, rodeado de los recuerdos de grandes escritores de la tradición española”, comentó en tono de broma. “Mi presencia aquí es un accidente. No pertenezco, excepto en un cierto sentido espiritual, a la tradición española y no escribo en castellano, pero la dirección de Instituto Cervantes se ha ofrecido generosamente a guardar un recuerdo mío y estoy encantado de aceptar la oferta”, declaró. <strong>“Acepté la invitación, pues de manera más indirecta me permite asociar mi nombre con el de Miguel de Cervantes, padre y madre de todos los novelistas y el escritor que más venero. Gracias a todos por este honor”</strong>, concluyó. Precisamente, el legado depositado ayer por Coetzee en la Caja de las Letras incluye, según informó él mismo, “un manuscrito del diálogo entre María Dimópulos (su traductora) y yo, que podrá abrirse el día de mi muerte”. Este depósito pasará a formar parte de la Biblioteca Patrimonial del Instituto Cervantes. Por su parte, <strong>García Montero recordó que Coetzee decidió hace años que sus libros se publicasen antes en español que en inglés por su rechazo -en palabras del propio escritor- al “idioma imperialista global”.</strong> “Esta conciencia crítica con la idea de un Sur global, en la que el hemisferio Norte decida qué debe leerse en el mundo, llevó a Coetzee a utilizar un inglés desenraizado, no adscrito a ningún territorio lingüístico del idioma”, prosiguió. Asimismo, <strong>García Montero dio la bienvenida a “su casa” al exministro Javier Solana</strong>, al cual agradeció ser uno de los artífices de la puesta en marcha del propio Instituto Cervantes. “No es casualidad que haya desempañado las tres carteras —Cultura, Educación y Ciencia y Asuntos Exteriores— que forman parte de nuestra institución”, añadió. El propio <strong>Javier Solana</strong> agradeció a Coetzee por su presencia en la inauguración del ciclo <em>Escribir el Prado</em>, “una idea para unir la belleza de la lengua y la de la pintura”, y por su generosidad con el idioma español. Asimismo, tuvo unas palabras para recordar los inicios del Instituto Cervantes: “cuando empezamos en Alcalá de Henares era una ilusión, y hoy es uno de los institutos de lengua más importantes del mundo”. Galardonado también con dos premios Booker, CNA de las Letras Sudafricanas, Jerusalem o Reino de Redonda, JM Coetzee es autor de obras como <em>Desgracia</em>, <em>En medio de ninguna parte</em>, <em>Esperando a los bárbaros</em>, <em>Vida y época de Michel K.</em>, <em>Verano</em>, <em>La infancia de Jesús</em>, <em>Siete cuentos morales</em> (2018) —con la que inauguró su obra literaria en español— o <em>El polaco</em> (2022).