<h6><strong>Ángel Collado</strong></h6> <h4><strong>Pedro Sánchez ha arrancado la presidencia rotatoria del Consejo Europeo que corresponde desempeñar a España este semestre, y lo ha hecho en clave electoral y dando por hecho que seguirá en el poder después de las elecciones generales del 23 de julio. </strong></h4> El dirigente socialista sólo tiene previsto reeditar su frente de partidos de izquierdas e independentistas para continuar como jefe del Ejecutivo cuando pase agosto, o bien prolongar su interinidad en el cargo durante el otoño en caso de que los resultados sean confusos o los pactos posteriores se hagan imposibles, como ya ocurrió en los comicios de 2015 que se tuvieron que repetir seis meses después. <strong>Sánchez dejó claro después del último Consejo Europeo que no informa ni informará al principal partido de la oposición sobre sus gestiones como encargado de turno del Consejo</strong> porque descarta la posibilidad de ser relevado en las urnas. Antes de adelantar las generales previstas para diciembre como respuesta al desastre socialista en los comicios de mayo el jefe del Ejecutivo ya había planificado la presidencia española sin contar para nada con el PP. Ahora, a tres semanas de los comicios, <strong>además de mantener a Alberto Núñez Feijóo al margen de asunto, Sánchez aprovecha su protagonismo institucional europeo para hacer campaña contra su rival</strong> que se presenta, según todas las encuestas salvo la gubernamental del CIS, como seguro ganador de esos comicios. <strong>El jefe del Ejecutivo llevó hasta Bruselas el eje de su mensaje para frenar a Feijóo: el de que el PP, con Vox de mano, lleva a la extrema derecha al poder</strong>. El presidente de un gabinete de coalición con cinco ministros comunistas en su gabinete hace campaña en contra los pactos autonómicos y municipales del PP con Vox por considerar a este último un partido “ultra”. Sánchez <strong>viajó a continuación a Kiev a ratificar el apoyo político, militar y financiero de la UE y de España a Zelenski</strong> frente a la invasión de Putin <strong>mientras sus socios populistas en el Ejecutivo (Podemos, Sumar y sus distintas marcas) defienden lo contrario</strong>: la equidistancia, el desmarque de la OTAN y el fin de la entrega de armamento a las tropas ucranianas. El dirigente socialista utiliza el cargo, medios e instalaciones del Estado para atacar a Feijóo al <strong>sostener que hay “líderes europeos” contrariados con “la involución” en España,</strong> término del argumentario del PSOE para referirse a los acuerdos locales del PP con Vox. El PP, además de denunciar el abuso ante la Junta Electoral, replica a la maniobra al airear los programas electorales de los aliados de Sánchez con ministros en su gabinete. Sánchez tenía diseñados los fastos de la presidencia rotatoria del Consejo para su mejor lucimiento y justo en el final de la legislatura, pero <strong>el adelanto de los comicios le complica la campaña electoral y el propio desempeño de esa presidencia</strong> que presentaba como fundamental para la UE. Salvo a la cumbre de la Unión con la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe prevista en Bruselas para los días 17 y 18 de este mes (ecuador de la campaña electoral), el presidente del Gobierno acudirá a todas las citas posteriores como mandatario en funciones. Así será, al menos hasta septiembre u octubre. <strong>Para la gran foto de la presidencia, con motivo del Consejo Europeo extraordinario del día 6 de octubre, con todos los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, el jefe del Ejecutivo había reservado la Alhambra de Granada</strong>. Con las nuevas Cortes que quedarán constituidas el 17 de agosto y las primeras consultas del Rey para proponer candidatos a la investidura que empezarán previsiblemente a primeros de septiembre<strong>, Sánchez hace como si tuviera seguro estar en la Alhambra un mes después.</strong> Por su parte,<strong> Feijóo pide papeles y constituye equipos como si para esas mismas fechas tuviera que hacerse cargo también de la presidencia del Consejo.</strong> Para entonces las urnas habrán sentenciado si Sánchez está de salida o no.