<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La definición política del régimen de Marruecos y el giro político del Gobierno español respecto al Sáhara Occidental han generado las primeras fisuras de importancia entre la dirección de Sumar y su número dos en la lista de Madrid y gran fichaje estrella de la formación de Yolanda Díaz, el embajador Agustín Santos Maraver.</strong></h4> En declaraciones a la agencia Efe, <strong>el exembajador de España ante la ONU aseguró el pasado lunes desde Nueva York que en Marruecos no gobierna una “dictadura” (en contradicción con las propias palabras de Yolanda Díaz), sino “un régimen de cosoberanía entre el rey y el pueblo”.</strong> Asimismo, afirmó que las violaciones a los derechos humanos en Marruecos se limitan a “casos individuales”. En la misma entrevista, Santos Maraver afirmó que Marruecos es “un socio estratégico” y que un gobierno de izquierdas en España debería “acompañar los espacios de modernización y de ampliación del espacio democrático” en este país. “Lo que tenemos con Marruecos es que desarrollar una esfera de co-prosperidad para que desde “las dos orillas del Mediterráneo”, incluidos “los puntos más cercanos, que somos España y Marruecos”, y también desde la Unión Europea, se pueda “impulsar una unión magrebí”. “Siempre hemos hablado del precio de no tener esa unión magrebí, lo que afecta a todo el Mediterráneo a través de ese proceso de cooperación, de colaboración conjunta, y creo que es muy beneficioso para ambos países”, añadió. En lo que respecta al <strong>Sáhara Occidental, el exembajador cree que no se debe hablar de un “viraje” por parte de España porque se sigue poniendo a la ONU en el centro de cualquier posible solución,</strong> y advirtió de que no es correcto esperar algún tipo de contrapartida por parte de Marruecos por este motivo. <strong>La número tres de la lista de Sumar en Madrid, la activista saharaui Tesh Sidi</strong>, declaró la semana pasada al diario <em>El Independiente</em> que Moncloa debería revertir su postura respecto al contencioso saharaui y volvió a calificar al régimen marroquí de “dictadura”. En el programa piloto presentado el pasado mes de mayo por Sumar se defiende una “presión constructiva” hacia Marruecos para buscar una salida pactada al conflicto del Sáhara Occidental que respete su derecho de autodeterminación. <h5><strong>Ernest Urtasun</strong></h5> En respuesta a las palabras de Santos Maraver, <strong>el portavoz de la campaña electoral de Sumar, Ernest Urtasun</strong>, declaró ayer a Onda Cero que <strong>Marruecos, “obviamente, no es una democracia porque no existe separación de poderes”</strong> y reiteró que Sumar es partidario de “la defensa de los derechos humanos en Marruecos y en cualquier lugar del mundo”. “A medida que la democracia y los derechos humanos avancen en Marruecos, podemos aspirar a una relación bilateral mejor”, añadió. No obstante, precisó que la postura de su partido sobre este asunto es “única”. <strong>“La posición del embajador Santos es la de Tesh Sidi y es también la mía: la defensa de la libre determinación del Sáhara en pleno cumplimiento de las resoluciones de la ONU”</strong>, declaró. A su juicio, la decisión del Gobierno (en el que Yolanda Díaz ejerce la Vicepresidencia Primera) de reconocer el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental “no fue una buena idea” porque <strong>la carta que remitió el presidente Pedro Sánchez al Rey de Marruecos implicaba aceptar el “lenguaje” de Marruecos sobre el Sáhara y, por tanto, supone ir “mucho más lejos que cualquier otro país en la Unión Europea” en el reconocimiento del plan de autonomía</strong>, más incluso que Alemania, que era hasta entonces el país más proclive a ello. “Como antigua potencia administradora, necesitamos mantener interlocución con ambas partes si queremos jugar nuestro papel histórico, que es de resolver el conflicto”, advirtió. <strong>“Tenemos una responsabilidad histórica y debemos ser capaces de resolverlo”, pero “con ese cambio de posición, la parte socialista del Gobierno español decidió dejar de ser un interlocutor válido para la parte saharaui”</strong>, lamentó.