<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Consejo de ministros de Justicia y Asuntos de Interior de la Unión Europea, reunido hasta ayer en Luxemburgo, ha aprobado un acuerdo sobre normas de asilo y migración que introduce “un nuevo mecanismo de solidaridad sencillo, predecible y viable”. Tanto el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como la Comisión Europea consideran que este acuerdo, que combina obligación con flexibilidad, “allana el camino” para la aprobación del Pacto sobre Migración y Asilo antes de las elecciones europeas de junio de 2024.</strong></h4> <strong>El Consejo ha acordado una posición negociadora acerca del Reglamento sobre los Procedimientos de Asilo y del Reglamento sobre la Gestión del Asilo y la Migración</strong>. El acuerdo, alcanzado esta semana por los 27 después de tras años de negociaciones y que solo fue rechazado por Hungría y Polonia, constituirá la base de las negociaciones de la Presidencia del Consejo con el Parlamento Europeo. Este reglamento establece un procedimiento común en toda la UE que los Estados miembros han de seguir cuando alguien pide protección internacional, simplifica las disposiciones procesales y establece normas sobre los derechos del solicitante de asilo. Aparte, el Consejo establece un <strong>“nuevo mecanismo de solidaridad sencillo, predecible y viable” para “equilibrar el sistema actual por el que unos pocos Estados miembros son responsables de la gran mayoría de las solicitudes de asilo”</strong>. Este mecanismo, que se activará para responder a países “en alto riesgo”, se basa en la combinación de solidaridad obligatoria con la flexibilidad para que los Estados miembros decidan las contribuciones individuales. Concretamente, <strong>se establece un umbral mínimo de 30.000 migrantes anuales para la activación del mecanismo y, en el marco de la llamada “solidaridad a la carta”, los países que no quieran acoger la cuota de personas asignadas deberán pagar una compensación mínima de 20.000 euros por cada migrante o solicitante que no haya sido reubicado en su territorio</strong>. Los Estados miembros tienen plena discrecionalidad en cuanto al tipo de solidaridad con la que contribuyen y ningún Estado miembro estará obligado en ningún caso a efectuar reubicaciones. Tras la aprobación de este mecanismo, <strong>el ministro del Interior declaró ante sus homólogos que el nuevo reglamento europeo de migración es un “éxito rotundo” y “un “gran paso para dotar a Europa de un sistema de asilo y migración más eficaz, más solidario y más justo”.</strong> El nuevo documento, a su juicio, garantiza el reparto equitativo de la responsabilidad en materia migratoria y se basa en la solidaridad, un principio que figura por primera vez en un instrumento jurídico de la UE y que es “una cuestión irrenunciable para países como España, expuestos a flujos migratorios intensos como frontera exterior de la Unión Europea”. Asimismo, Grande-Marlaska instó a sus homólogos a continuar la hoja de ruta trazada en 2019 con el Parlamento Europeo para culminar las negociaciones del Pacto sobre Migración y Asilo antes del final de la legislatura europea, en junio de 2024, y afirmó que <strong>este acuerdo “allana la aprobación del Pacto, una prioridad máxima del conjunto de la UE y también de la Presidencia española que asumimos a partir del próximo 1 de julio”.</strong> En el mismo sentido, <strong>la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson</strong>, declaró ayer que es “absolutamente posible” que Gobiernos y Parlamento Europeo lleguen a un acuerdo para reformar plenamente la política migratoria y de asilo en la UE antes de las elecciones europeas. “Ha estado bloqueado en el Consejo desde 2016, pero ahora tenemos una posición muy sólida de la mayoría y no está tan lejos de lo que propuso la Comisión Europea”, declaró a su llegada a la segunda jornada del Consejo de ministros de Interior y Justicia de la UE en Luxemburgo.