<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <strong>Las cuestiones relacionadas con las pensiones, la prestación sanitaria y la salud mental de los hijos, centraron el debate de la primera sesión de reunión de la Asociación europea de Familias de Diplomáticos, que ayer comenzó en Madrid.</strong> La reunión, organizada por la<strong> Asociación de Familias de Diplomáticos y Funcionarios del Servicio Exterior (AFD) de España</strong>, fue inaugurada por el <strong>subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Luis Cuesta</strong>, y en ella participan representantes de la mayoría de las 24 asociaciones de países integradas, como la española, en la<strong> Asociación Europea de Cónyuges, Parejas y Familias de Funcionarios del Servicio Exterior (EUFASA).</strong> Al inaugurar la conferencia, que se celebra anualmente y que en esta ocasión tiene lugar en vísperas de que España asuma la Presidencia rotaria de la UE, Luis Cuesta, señaló que, junto a ventajas asociadas a una vida nómada, entre las que citó la adquisición de un conocimiento más amplio del mundo y el aprendizaje de nuevos idiomas,<strong> hay muchos costes “que repercuten directamente -dijo- en la vida de nuestros cónyuges, parejas e hijos”.</strong> El subsecretario, que se hizo eco de los problemas que afectan al colectivo, recordó que <strong>“los cónyuges y las parejas hacen grandes sacrificios para mantener unida a la familia y apoyar el trabajo de su marido o mujer” y que esa tarea “muy a menudo quedan sin percibir o valorar</strong>”. Además, citó las <strong>repercusiones en la vida laboral de los cónyuges</strong>, que tienen que “interrumpir una trayectoria profesional prometedora, reinventarse en otro campo y, a veces, arriesgarse a perder derechos en materia de protección social (seguro de enfermedad, subsidios de desempleo, derechos de jubilación...)”. Tras una referencia al impacto que el trabajo en distintos países tiene para los hijos de los funcionarios en el exterior y su educación, aludió a los cambios sociales y culturales experimentados en las sociedades europeas en las últimas décadas. Y, en concreto, habló de que la<strong> estabilidad emocional y la salud mental</strong> están en el primer plano de las preocupaciones asociadas a la distancia, la separación y el aislamiento que afectan especialmente a las personas que viven lejos de sus países de origen y de sus seres queridos. Precisamente, a la cuestión de la salud mental se había referido momentos antes, en su intervención, la <strong>presidenta de EUFASA y de la AFD, Chencha García Cutillas</strong>, quien dio cuenta de los asuntos que iban a ser abordados en las dos jornadas de la Conferencia. En la primera de las sesiones, en el marco de la salud mental, los participantes analizaron propuestas sobre los problemas que afrontan<strong> los niños llamados `’Third Culture Kids’</strong>, referido a aquellos que pasan la mayor parte de su escolarización fuera de país de origen de sus padres. Y en otro orden de cosas, fue tratada una propuesta sobre trabajo y empleo, en la que se constató que, en la mayoría de los países de la UE, <strong>las parejas se encuentran con problemas de pensión, de prestación sanitaria, o de ambas cosas, cuando están destinadas en el exterior</strong>. Se trata este de un asunto que, junto con las dificultades para ejercer un trabajo en el exterior, vienen denunciando desde hace tiempo, al menos en España, los familiares de los diplomáticos y otros funcionarios que prestan sus servicios fuera de España.