Juan David Latorre
Organizado por el Centro de Marketing Agrícola y la Embajada de Hungría, el pasado jueves tuvo lugar una cata de bebidas espirituosas húngaras que tuvo como protagonista al aguardiente Pálinka, con una clase magistral y un evento B2B de desarrollo empresarial.
La embajadora húngara, Katalin Tóth, introdujo a las seis destilerías que presentaron sus productos, Árpád, Bestillo, Gombosi, Panyolai, Szicsek y Várda-Drink, que ofrecieron sus muy variados y espirituosos aguardientes a una concurrida cata. En el acto estuvo también presente un stand de los jamones mangalica de la firma Monte Nevado, criados en la estepa húngara, alimentados a base de maíz, trigo y pastos, y curados de forma natural en España, que según los asistentes “estaba buenísimo y no tenía nada que envidiar al jamón ibérico”.
Katalin Tóth resaltó en su discurso de bienvenida la importancia de este evento para la Embajada y para su país. “Deseamos fortalecer los lazos entre las empresas húngaras y españolas, indicó, pero también queremos enseñar algo de nuestra bebida nacional, nuestra bebida húngara, pálinka. Estoy segura que esta bebida tiene su lugar en este mercado tan exigente.”
El Programa Húngaro de Empresas Alimentarias se centra en la promoción de productos húngaros de calidad de la industria alimentaria y de bebidas. Durante el evento, se tuvo la oportunidad de degustar productos in situ. Para finalizar, se ofreció una clase magistral sobre el aguardiente pálinka, a cargo del sumiller Csaba Gulyás, y se produjeron contactos empresariales de cara a futuras relaciones comerciales.