<h6 class="p1"><strong>Alberto Rubio</strong></h6> <h4 class="p1"><strong>Los embajadores de Chequia, Ivan Jancarek, y Eslovaquia, Juraj Tomaga, analizaron la evolución de ambos países, desde que su separación pactada extinguió la antigua Checoslovaquia en 1993, durante la jornada ’30 años juntos en Europa’, organizada en la Real Sociedad Económica Matritense por la Academia de la Diplomacia en colaboración con ambas embajadas.</strong></h4> <p class="p1">“<strong>La entrada en la Unión Europea fue la materialización de ese sueño que tuvimos cuando nos separamos</strong>”, aseguró el embajador checo, para quien aquel 1 de mayo de 2004 ambos países ingresaron en el club europeo con una ventaja: “que nuestras economías eran bastante parecidas y compartíamos intereses”.</p> <p class="p1">Juraj Tomaga coincidió en que “con Chequia, además de la ventaja lingüística, queda la cercanía por haber nacido en el mismo país” y añadió que, “por mi propia experiencia, puedo decir que <strong>las relaciones florecieron aún más al entrar en la UE porque nuestros políticos se ven más frecuentemente</strong>, al menos una vez al mes, y también se llaman constantemente; de hecho, siempre que se discute algo (en la UE), lo primero que se pregunta es ¿cómo ven eso los checos?”.</p> <p class="p1">Ambos embajadores consideraron que todavía queda mucho por trabajar para que las jóvenes generaciones no pierdan la comprensión de los respectivos idiomas. Recordaron que en Checoslovaquia todos manejaban ambas lenguas, checo y eslovaco. “<strong>Hay más diferencias entre los distintos acentos del alemán que entre el checo y el eslovaco</strong>”, aseguró Juraj Tomaga. Por ello, apostaron por “una estrategia común” para no perder esa herencia cultural que tiene un importante potencial económico para ambos países.</p> <p class="p1">“Hay mucho movimiento entre nuestros pueblos”, explicó Ivan Jancarek. “<strong>Muchos eslovacos van a trabajar a Chequia y muchos checos buscan oportunidades en Eslovaquia</strong>. Si hay una empresa de peso en ambos países, la expansión siguiente es para la otra república”. Por ello concluyó que “hay buenas perspectivas pero hay que cuidarlas manteniendo las políticas de acercamiento”.</p> <p class="p1">Juraj Tomaga propuso que “<strong>si bien en política y economía quizá no se puede hacer más, queda un arma muy potente que es la cultura”</strong>. Y lanzó la idea de que “los canales más vistos de los dos países deberían hacerse conjuntos”. Una propuesta que su colega checo extendió al cine: “las películas no tienen que tener subtítulos y debemos trabajar conjuntos en la industria del cine”.</p> <p class="p1"><strong>La conclusión de estos ’30 años juntos en Europa’ es positiva para ambos diplomáticos</strong>, a pesar de que los dos coincidieron en que pudo haber sido más democrático convocar una referéndum para respaldar una decisión política, la escisión de Checoslovaquia, que no acabó de gustar a muchos.</p> <p class="p1">No obstante, prefieren mirar al futuro, ante el que “solo queda una diferencia notable”, según Jancarek: “<strong>en Eslovaquia puedes pagar con euros mientras nosotros seguimos con la corona checa</strong>, aunque creo que al final nos uniremos al euro”. “Sería fantástico”, asintió Tomaga.</p>