<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Ayer entró en vigor el nuevo Tratado de Amistad y Cooperación entre España y Portugal, cuya firma tuvo lugar </strong><strong>en octubre de 2021 </strong><strong>durante la XXXII Cumbre Bilateral hispano-portuguesa, celebrada </strong><strong>en Trujillo (Cáceres)</strong><strong>.</strong> <strong>El texto, que renueva el anterior tratado de 1977, prevé, por primera vez en un convenio internacional, la celebración de cumbres bilaterales anuales presididas por los jefes de Gobierno e impulsa la cooperación transfronteriza.</strong></h4> <strong>En la XXXI Cumbre Bilateral hispano-portuguesa, celebrada el 10 de octubre de 2020 en Guarda</strong>, los Gobiernos de España y Portugal afirmaron su intención de actualizar y plasmar “el rico y diverso entramado de los vínculos bilaterales” a través de un Tratado de Amistad y Cooperación que renueve, sin llegar a derogarlo, el convenio actualmente en vigor, firmado el 22 de noviembre de 1977. Una vez autorizada por el Consejo de Ministros el 26 de octubre de 2021, <strong>la firma del tratado tuvo lugar el 28 de octubre de 2021, en Trujillo, por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del primer ministro portugués, António Costa.</strong> <strong>En un comunicado conjunto, los Gobiernos de los dos países saludaron ayer la entrada en vigor del Tratado</strong> y destacaron que el anterior Tratado de Amistad y Cooperación de 1977 “jugó un papel fundamental en el desarrollo paralelo de España y Portugal como democracias”, porque se firmó “en un momento esencial de transición democrática en ambos países” y su adopción “unió a los dos pueblos y contribuyó al desarrollo de las relaciones entre España y Portugal, tanto en términos políticos como comerciales, culturales, científicos y tecnológicos, entre otros muchos”. Asimismo, continúa el comunicado conjunto, aquel tratado “también estableció el Consejo para la Cooperación Hispano-portuguesa, origen de lo que después serían las Cumbres Hispano-portuguesas”. <strong>“En estos más de cuarenta años, ambos países y sus sociedades han experimentado numerosos cambios”, </strong>prosigue el texto. “España y Portugal son ahora democracias consolidadas, Estados miembros de la Unión Europea, aliados de la OTAN y socios de la Conferencia Iberoamericana” y, por todo ello, “los vínculos entre los dos países son hoy fuertes y maduros, plenamente consolidados, surgiendo por tanto la necesidad de desarrollar un nuevo marco que dé cuenta de la evolución de la relación, de su creciente densidad y profundidad y de su carácter estratégico y multidimensional”. <strong>“En este contexto, el nuevo Tratado de Amistad y Cooperación afirma los valores compartidos y actualiza los instrumentos de cooperación en los ámbitos más variados, tanto bilateral, incluidas las privilegiadas relaciones transfronterizas, como europeo e internacional”</strong>, afirma el comunicado. Por ello, la entrada en vigor del Tratado “supone la renovación y dinamización de estas relaciones, adaptándolas a las circunstancias del presente y con la mirada puesta en el futuro”. <strong> </strong> <h5><strong>El Tratado</strong></h5> <strong>El objetivo del acuerdo es la profundización de la cooperación y la coordinación estratégica, incluida la cooperación transfronteriza y con regiones ultraperiféricas, ante los nuevos desafíos de un mundo globalizado</strong>, “todo ello orientado a la justicia social, bienestar y progreso de nuestros pueblos”. Asimismo, refleja <strong>el compromiso de los dos países “en la construcción europea que encarna la Unión Europea”, su “vocación atlántica, que tiene como expresión la pertenencia en la Comunidad Iberoamericana de Naciones”, las relaciones con África y el Mediterráneo y la defensa del multilateralismo basado en el papel central de Naciones Unidas.</strong> <strong>El texto define también los instrumentos de cooperación política y las estructuras de consulta y cooperación que vertebran las relaciones bilaterales y recoge, por primera vez en un convenio internacional, la celebración de cumbres bilaterales anuales presididas por los jefes de Gobierno, así como el establecimiento de una instancia de seguimiento de los compromisos asumidos en las cumbres</strong>. También prevé la celebración de reuniones anuales de los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, la cooperación parlamentaria y la promoción de mecanismos estructurados de diálogo entre ambas sociedades civiles e interlocutores sociales. Asimismo, el convenio precisa que <strong>la cooperación transfronteriza es “uno de los ejes fundamentales de la relación bilateral” y que, por ello, los dos Gobiernos se comprometen a “dar continuidad a las herramientas existentes y a promover estrategias conjuntas” en esta materia.</strong> Aparte, examina las áreas de cooperación en materias como lenguas, educación y cultura; medio ambiente, conectividad, energía, ciencia y tecnología, economía, asuntos de Justicia, Interior y protección civil, salud pública, trabajo, empleo y política social y regiones ultra periféricas. <strong>El Tratado aborda también “la profundización de la Unión Europea” y las posibilidades de “acción conjunta a nivel multilateral</strong>, con especial atención a temas mundiales y a los marcos de cooperación regional de los que forman parte, destacando la Comunidad Iberoamericana de Naciones y las instancias de cooperación en el Mediterráneo”.