<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió ayer, después de recoger el Premio Europeo Carlos V en el Monasterio de San Jerónimo de Yuste (Cáceres), de que “la ONU y la Unión Europea se crearon en nombre de la paz, tras el horror de dos guerras mundiales”, y, por ello es necesario “intentarlo todo para resolver pacíficamente nuestros desencuentros” y recordar que, “en lugar de balas, necesitamos arsenales diplomáticos”.</strong></h4> Guterres recogió <strong>ayer la XVI edición del Premio Europeo Carlos V en el Monasterio de San Jerónimo de Yuste (Cáceres), con motivo del Día de Europa</strong> <strong>y bajo la presidencia del Rey Felipe VI</strong>, presidente de honor de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste. Esta es la tercera vez que el Premio Europeo Carlos V recae en un político portugués. En las dos ocasiones anteriores, los galardonados fueron José Manuel Durão Barroso (2014) y Jorge Fernando Branco de Sampaio (2004). Guterres, secretario general de la ONU desde 2017, fue primer ministro de Portugal entre 1995 y 2002. El acto contó con la presencia <strong>del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; el primer ministro portugués, António Costa; el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Rafael Mozo; el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.</strong> Tras recibir el premio, Guterres pronunció un discurso “en portuñol” (“no es una lengua ibérica porque no tiene gramática, pero espero que me entiendan”) en el que advirtió de que, <strong>“nunca desde la creación de la ONU y de la UE”, habían estado “tan amenazados” los valores universales de dignidad humana, libertad e igualdad “que nos unen como familia humana”.</strong> “La guerra no es cosa del pasado, las divisiones persisten, e incluso crecen” y las “familias están viéndose obligadas a huir de la guerra o de eventos climáticos extremos en una escala no vista en décadas”, añadió. <strong>“Las Naciones Unidas, al igual que la Unión Europea, se crearon en nombre de la paz, tras el horror de dos guerras mundiales”</strong> y, por ello, “la paz sigue siendo nuestra estrella Polar y nuestro objetivo más preciado”, prosiguió el secretario general de la ONU. “Hoy vivimos en un mundo en el que la paz es esquiva y se encuentra debilitada y la violencia campa a sus anchas en demasiados rincones del planeta”, lamentó. <strong>“La invasión rusa de Ucrania, que viola la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho internacional, está causando sufrimiento y devastación masivos al país y a su población, y se suma a la dislocación económica mundial desencadenada por la pandemia COVID-19”</strong>, agregó. Aparte, “regiones enteras como el Oriente Medio y el Sahel están asoladas por conflictos prolongados que parecen no tener fin a la vista” y “a menudo, la situación se deteriora drásticamente de la noche a la mañana, siendo la situación en Sudan el triste ejemplo más reciente”, continuó. “La paz nunca debe subestimarse ni darse por sentada, debemos trabajar por y para ella, todos los días, sin descanso”, advirtió Guterres. <strong>“En un mundo que se está desgarrando, debemos curar las divisiones, prevenir las escaladas, escuchar los agravios” y, por ello, “en lugar de balas, necesitamos arsenales diplomáticos. Así lo establece la Carta de las Naciones Unidas. Negociación, mediación, conciliación, arbitraje..., debemos intentarlo todo para resolver pacíficamente nuestros desencuentros”</strong>, manifestó. Guterres también advirtió contra <strong>“el caos climático”,</strong> que “desencadena incendios, inundaciones, sequías, como aquí en España, y otros fenómenos meteorológicos extremos que afectan a todos los continentes” y que “cada año” obliga a “millones de personas” a “buscar refugio en países y comunidades igualmente vulnerables”. António Guterres alertó también de que, <strong>“mientras celebramos este año el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los derechos y las libertades –civiles y políticos, culturales, económicos y sociales- están también siendo erosionados y los principios democráticos y el Estado de derecho se ven atacados y socavados con demasiada frecuencia”</strong>. “Frente al aumento de la xenofobia, el racismo y el extremismo, debemos defender nuestra humanidad común, debemos rechazar el discurso del odio que explota las diferencias y socava la cohesión social y debemos proteger y promover la Declaración Universal, permanecer unidos y avanzar hacia una nueva era de respeto de los derechos humanos de todas las personas”, manifestó. “Por eso me complace conceder, como parte del Premio que se me entrega hoy, una beca a estudiantes que se están formando en cuestiones de migración, refugiados y derechos humanos”, porque “necesitamos más expertos en todas estas materias”, anunció. “También me complace donar la porción restante a España con ACNUR, una organización que lleva treinta años trabajando incansablemente por los refugiados”, que “demuestra la solidaridad del pueblo español” y es “un ejemplo para todos nosotros”, agregó. Aparte, Guterres advirtió de que <strong>“el mundo necesita una Europa fuerte, que mire hacia fuera; no una Europa encerrada en sí misma”</strong>, porque “no tendremos un mundo multipolar, no tendremos un multilateralismo que funcione, sin una Europa fuerte y unida”. “Necesitamos una Europa que defienda sin tregua los valores universales y los derechos fundamentales para todos, que contribuya plenamente a un mundo multipolar, con relaciones internacionales basadas en la justicia, y ayuda a los más vulnerables” y, por ello, “en este Día de Europa, reafirmemos los ideales de paz, justicia y cooperación internacional”. <h5><strong>Felipe VI</strong></h5> Por su parte, el Rey Felipe VI cerró el acto con un discurso en el que elogió los “incansables esfuerzos” de António Guterres “por lograr más consensos, por congregar más comprensión y más voluntades para afrontar los enormes retos globales sin rendir los altos principios éticos y morales que están tanto en el origen y diseño de esa organización, casa común de todas las Naciones, como en la trayectoria personal de servicio y entrega, a su país, a Europa y ahora al multilateralismo que también representa la ONU”. “Vivimos en la UE, un proyecto y una forma de vida basada en valores que han edificado el mejor lugar para la democracia, los derechos, la libertad, la igualdad y la solidaridad. Tenemos que trabajar todos unidos para que esa sea su bandera en este mundo”, prosiguió el Rey<strong>. “Europa debe hacer valer su voz en este nuevo contexto de transformación del Orden Internacional sobre la base de los valores y principios que son su seña de identidad”</strong>, advirtió. <strong>“El grado de complejidad y dificultad de la situación actual exige tomar decisiones que van a condicionar nuestro futuro”</strong> y, en el caso de la UE, “hablamos de la transición hacia las energías renovables y del desafío humanitario de los refugiados y de los migrantes”, unos temas “que deben motivar una respuesta colectiva, porque la UE no se puede entender sin la solidaridad de la totalidad de sus Estados miembros y de todos los ciudadanos europeos”. Por todo ello, prosiguió, <strong>“entre los retos más recientes que Europa ha tenido que afrontar -desde luego y entre ellos el de la guerra en Ucrania, provocada por la inaceptable invasión rusa-, está el de reafirmarse y cohesionarse aún con mayor fuerza y decisión”</strong>. “<strong>El próximo mes de julio, España asumirá la presidencia del Consejo de la UE y es una gran oportunidad para que nuestro país impulse la relación entre la UE e Iberoamérica”</strong>, recordó el Monarca. “El conjunto de la Unión debe entender que, para ser un actor geopolítico principal en la actual situación mundial, la conexión con Iberoamérica es un asunto que afecta a todos los países europeos por igual, que es estratégica. España y Portugal lo sabemos bien y nos lleva a insistir sin descanso en este mensaje”, añadió. <h5><strong>El premio</strong></h5> El jurado de la XVI edición del Premio Europeo Carlos V ha destacado la labor de Guterres al frente de la organización internacional al impulsar “acciones para responder a la pandemia del COVID-19, a la guerra en Ucrania, para abordar la emergencia climática y lograr reformas ambiciosas con las que hacer frente a los desafíos del siglo XXI”. Asimismo, ha hecho hincapié en la determinación mostrada por el secretario general de las Naciones Unidas para luchar contra el cambio climático impulsando “el desarrollo sostenible y situando la Agenda 2030 como la hoja de ruta mundial centrada en las personas y el planeta”. <strong>Desde 1995, la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste entrega el Premio Europeo Carlos V</strong> a aquellas personas, organizaciones, proyectos o iniciativas que, con su esfuerzo y dedicación, hayan contribuido al conocimiento general y engrandecimiento de los valores culturales, sociales, científicos e históricos de Europa, así como al proceso de construcción e integración europeas. <strong>Las personas galardonadas hasta el momento han sido</strong> Jacques Delors (1995), Wilfried Martens (1998), Felipe González (2000), Mijaíl Gorbachov (2002), Jorge Sampaio (2004), Helmut Kohl (2006), Simone Veil (2008), Javier Solana (2011), José Manuel Durão Barroso (2014), Sofia Corradi (2016), Marcelino Oreja Aguirre (2017), Antonio Tajani (2018), el proyecto Itinerarios Culturales del Consejo de Europa (2019), Angela Merkel (2021), el Foro Europeo de la Discapacidad (2022) y António Guterres (2023).