<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> Una semana después de haberse visto obligado a presentar sus Cartas Credenciales ante el Rey en la semiclandestinidad,<strong> el nuevo embajador de la Federación Rusa en Madrid, Yuri Klimenko, fue convocado por primera vez el jueves al Ministerio de Asuntos Exteriores, para transmitirle una protesta del Gobierno español.</strong> El malestar español es consecuencia de lo que considera continuos <strong>“ataques” a España desde las cuentas de la Embajada en las redes sociales</strong> y, más concretamente, de la <strong>publicación el pasado miércoles, en Twitter de un vídeo en que se insinuaba la presencia de militares españoles en Ucrania.</strong> Cuando se advirtió la presencia del vídeo, <strong>la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Ángeles Moreno, llamó al embajador para convocarle a su despacho y pedirle la retirad</strong>a inmediata del tuit. Tras esa llamada, la Embajada retiró el vídeo, que estuvo accesible durante varias horas, y el que se veía a unos soldados hablando en español, pero sin especificar ni el lugar ni la fecha de esa conversación. Junto a las imágenes iban unas palabras pronunciadas tiempo atrás por la ministra de Defensa, Margarita Robles, en las que afirmaba: "Nunca, nunca, ninguna tropa de un país de la OTAN, y España es uno de ellos, va a participar en la guerra de Ucrania. Nunca, nunca. Lo quiero decir muy claro, muy claro". Tras la publicación del vídeo, Defensa desmintió que hubiera soldados españoles en Ucrania y agregó: “Este tuit es un arma de desinformación de las muchísimas utilizadas por Rusia". El jueves por la mañana, según informó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, <strong>Ángeles Moreno transmitió a Klimenko el “enérgico rechazo” del Gobierno español a ese tipo de publicaciones e iniciativas.</strong> El nuevo embajador, que tomó nota de la queja española para transmitírsela a Moscú, llegó a Madrid en diciembre de 2022, pero no pudo presentar Cartas Credenciales ante el Rey hasta el pasado jueves. El Gobierno, dada la situación de la guerra en Ucrania, decidió que Klimenko no acudiera al Palacio Real, con el boato que acompaña a la ceremonia de entrega de Credenciales por los embajadores, incluido el recorrido en carroza de época desde la sede histórica del Ministerio de Asuntos Exteriores, sino que hiciera a entrega en el Palacio de la Zarzuela, sin prensa ni cámaras que pudieran recoger el momento.