Luis Ayllón
La periodista Asunción Valdés ha presentado en la Asociación de la Prensa de Madrid su libro “Revivir. La nueva Carmen de Burgos”, en el que, entre otras cosas, destaca la vocación viajera de la que fuera pionera de la presencia de la mujer en el periodismo y su afán por traer a España los avances que observó durante su paso por numerosos países europeos y americanos.
Asunción Valdés estuvo acompañada en la presentación por Roberto Cermeño, presidente de la Agrupación Especial Carmen de Burgos del Ateneo de Madrid, donde el próximo miércoles día 26, tendrá lugar una presentación pública de la obra, con participación de la excomisaria europea de Relaciones Internacionales y Política de Vecindad, la austriaca Benita Ferrero-Waldner.
La biografía, publicada por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert de la Diputación de Alicante, subraya la figura de una mujer, olvidada durante muchos años, que forma parte de la Generación del 98, pero cuya obra fue sepultada por el franquismo y sólo tardíamente está siendo reconocida. Nacida en Almería en 1867 y fallecida en Madrid en 1932, Carmen de Burgos -o Colombine, el seudónimo con el que fue conocida dentro y fuera de España- fue la primera mujer redactora en el diario ABC y una de las primeras en incorporarse a la Asociación de la Prensa de Madrid.
Asunción Valdés -que, a su vez, fue la primera mujer en ocupar distintos puestos de relieve en el mundo de la comunicación, como la dirección del Telediario de TVE, la Oficina del Parlamento Europeo en España o la Dirección de Comunicación de la Casa del Rey- subrayó en la presentación del libro los obstáculos que tuvo que superar Carmen de Burgos y su lucha por la dignidad y el valor de la persona, por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y el principio de no discriminación en las leyes.
Uno de los aspectos que destaca la biografía es la vocación viajera de la periodista y escritora andaluza, que la llevó a recorrer Francia, Italia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Suiza, Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, Gran Bretaña y Portugal, y a plasmar sus impresiones en excelentes crónicas, libros y novelas. En todos sus escritos se aprecia sus deseos de regenerar España, tomando como modelo los avances legislativos de esos países, sobre todo en Educación y en derechos civiles como el voto para la mujer. Especialmente impactantes son sus alegatos pacifistas, cuando se vio inmersa en el estallido de la Gran Guerra en Alemania.
También viajó a Iberoamérica en tres ocasiones. En agosto de 1913, contratada para conferenciar, Colombine llegó a Buenos Aires como una celebridad. México y Cuba fueron sus destinos en 1925 como presidenta de la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas. Tres años más tarde, zarpó rumbo a Panamá, Perú, Bolivia y Chile, regresando a España por Argentina y Brasil.
Carmen de Burgos, que siempre se sintió muy orgullosa de ser española, reflejó en sus novelas y en los reportajes que escribió para La Esfera, el semanario hispano más prestigioso de la época, el impacto que en ella causaron las grandes capitales americanas que visitó, así como las culturas precolombinas y la monumentalidad de sus paisajes.