<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El presidente de la constructora Ferrovial, Rafael del Pino, consiguió ayer el apoyo de los accionistas del grupo para el traslado de la sede social de España a Países Bajos a pesar de las presiones del Gobierno para impedir la operación, lo que le permitirá ser absorbida por su filial neerlandesa y avanzar hacia su objetivo de cotizar en la Bolsa de Nueva York. </strong></h4> Del Pino, primer accionista del grupo con un 20,4 %, ha logrado el número de votos necesario para que se dé por aprobada la operación, que se llevará a cabo en el tercer trimestre de este año, como muy tarde. <strong>Por tanto, Ferrovial pasará a ser absorbida por su filial holandesa FISE, cabecera del negocio internacional del grupo desde 2019 y que pasa a convertirse en la empresa matriz. </strong>Este cambio permitirá a Ferrovial solicitar la cotización en el Euronext de Ámsterdam, al tiempo que la empresa seguirá listada en Madrid. Una vez que se confirme que las acciones de FISE podrán cotizar en la Bolsa de Ámsterdam y en las Bolsas de valores españolas, Ferrovial empezará a negociar la admisión de sus acciones neerlandesas en la Bolsa de Nueva York. FISE tiene más del 90% de su valor fuera de España, el 75% localizado en activos en Estados Unidos. No obstante, todavía falta por conocer <strong>lo que vayan a hacer los accionistas que votaron en contra</strong> del traslado, concretamente si se acogen al llamado derecho de separación (el derecho a vender sus acciones). En caso de que los derechos de separación que deseen ejercer estos accionistas superen los 500 millones de euros (casi el 2,6% del capital), la operación podría decaer. Los accionistas que hayan rechazado explícitamente la fusión podrán ejercer este derecho hasta el próximo 12 de mayo. Para sacar adelante la operación, los directivos y accionistas de Ferrovial se vieron obligados a ignorar las presiones <strong>del Gobierno</strong>, que ha negado la existencia de barreras para cotizar en EEUU desde la Bolsa de Madrid y que teme que la decisión de salir de España de una de las grandes empresas del Ibex 35 tenga un efecto de contagio en otras grandes compañías. Por ese motivo, el Ejecutivo ha ido elevando el tono para intentar impedir la operación, incluyendo mensajes a los accionistas horas antes de la votación de ayer. Al respecto, Del Pino aseguró ayer ante la junta de accionistas que <strong>“Ferrovial no se va de España”.</strong> “Mantendrá la actividad, el empleo, los proyectos, el plan de inversiones, la contribución fiscal y la cotización en las Bolsas españolas”, prosiguió. “España ha sido siempre nuestro país y no renunciamos a ello”, añadió. Según Del Pino, la operación se enmarca en la libertad de establecimiento, “que nutre la esencia misma de la Unión Europea”, y la mudanza a Ámsterdam responde “al desarrollo natural de Ferrovial” y a su proyecto de inversión en el exterior y no se lleva a cabo por motivos fiscales, ya que <strong>“Ferrovial continuará contribuyendo fiscalmente en España como lo ha hecho desde su fundación” </strong>y, de hecho, “los impuestos que pagará Ferrovial después de la operación serán muy similares a los que está pagando antes de realizarla”. Por ello, se mostró confiado en que “la soberanía de la junta de accionistas será respetada dada la confianza que tenemos en la seguridad jurídica española y europea”. Durante la reunión de la junta, el secretario general de la Federación Mundial de Inversores, el belga Jean-Pierre Paelinck, acusó al Gobierno de “violar el derecho de propiedad” de los accionistas de Ferrovial con sus “injerencias” en esta operación y el presidente de la asociación eslovena Vzmd, Kristjan Verbic, que representa a cinco millones de accionistas minoritarios, advirtió de que las decisiones de las compañías privadas y cotizadas corresponden a los accionistas y no a los políticos o a los Gobiernos. <h5><strong>Bolaños: Decisión “extraña y a contracorriente”</strong></h5> Por su parte, <strong>el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños</strong>, calificó ayer de “extraña” y “a contracorriente” la decisión de Ferrovial de trasladar su sede a los Países Bajos porque, aseguró, España es el país de la UE que “mejores perspectivas económicas tiene y está en cifras récord de inversión extranjera”. En todo caso, mostró su “respeto” por la decisión de los accionistas y no quiso aclarar cuáles serán los siguientes pasos del Gobierno en este asunto. Asimismo, <strong>el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo</strong>, calificó de “muy mala noticia” la decisión de Ferrovial de salir de España, pero acusó al Gobierno de estar “señalando por nombres y apellidos a varios empresarios” y se comprometió, en caso de llegar a la Moncloa, “a conseguir que los accionistas de esta empresa o de cualquier otra” tengan “motivos para quedarse en España”.