<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) hizo pública ayer una nota en la que expresa su valoración positiva, “en términos generales”, del nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática, cuya tramitación interna está en sus últimas fases.</strong></h4> En la nota, la ADE, que agrupa en torno al 70% de los funcionarios de la Carrera Diplomática, basa su valoración en la conveniencia para el Servicio Exterior y para los diplomáticos de que exista una norma específica que atienda las particularidades administrativas de la Carrera Diplomática, en especial las derivadas del régimen de obligada movilidad fuera de España. De manera más específica, la <strong>ADE celebra que no sólo de mantengan las competencias de la Junta de la Carrera Diplomática, “sino que incluso se amplíen</strong> -subraya- las funciones de este órgano asesor, que ha demostrado su relevancia y utilidad a lo largo de las últimas tres décadas para garantizar que la provisión de puestos en el exterior atienda a criterios profesionales, objetivos y previsibles”. Además, considera <strong>relevante que el reglamento incluya un capítulo referido a la designación de las jefaturas de misión,</strong> en el que se determina que éstas serán desempeñadas por funcionarios de la Carrera Diplomática, sin perjuicio de que el Gobierno, en el ejercicio de su facultad discrecional, pueda designar embajadores a personas que no formen parte de la Carrera Diplomática. “Resulta, sin lugar a dudas, <strong>un avance en la profesionalización de las jefaturas de misión</strong> que se prevea un mecanismo para su designación sometido a los principios de publicidad, transparencia y previsibilidad, en línea con la práctica de otros servicios exteriores”, afirma la nota. Y agrega: <strong>“Desde la ADE deseamos que todas las designaciones de jefaturas de misión desempeñadas por funcionarios diplomáticos se atengan a este mecanismo”. </strong> Del mismo, <strong>ven positivo que se adelanten los plazos en la resolución de la provisión de puestos en el exterio</strong>r, para que el diplomático pueda conocer con mayor anticipación cuál va ser su próximo destino. “Esto permitirá, en particular a los funcionarios que se trasladen con su familia, organizar y preparar mejor el siguiente destino”, explican, en referencia a que los borradores de Reglamento conocidos señalan que la adjudicación de puestos tendrá lugar en diciembre del año anterior y no en abril, como hasta ahora. También elogia la nota que la formación -tanto la específica para los puestos como la continua- se vea reforzada; y confía en que se dote a esta formación de los recursos necesarios para garantizar la calidad de la misma. En otro orden de cosas, la ADE expresa su <strong>satisfacción porque la conciliación entre la vida familiar y la profesional</strong> de los integrantes de la Carrera Diplomática tenga cabida en el reglamento, ya que entre sus principales reivindicaciones figuran varias relativas a ese ámbito. En este sentido, entre otras medidas, la ADE solicita la <strong>actualización de las ayudas de escolarización en el exterior</strong>, recordando que llevan más de veinte años congeladas y representan menos de la mitad del gasto medio por alumno en el sistema público de enseñanza. También reclaman la recuperación del <strong>“billete de arraigo”,</strong> de forma que se asegure un viaje anual a España de las familias del Servicio Exterior. Igualmente, piden la <strong>cobertura sanitaria de los cónyuges o parejas en cualquier supuesto</strong>, así como la promoción activa de las oportunidades de empleo en el extranjero para los cónyuges/parejas de los funcionarios del Servicio Exterior. Otras de las demandas se refieren a la <strong>creación de una excedencia por reagrupación familiar internacional,</strong> adaptada a las especificidades del Servicio Exterior; y la <strong>posibilidad de teletrabajar desde el extranjero</strong> para todos los funcionarios, aunque sus cónyuges o parejas destinados fuera de España no sean ellos mismos funcionarios. Finalmente, los diplomáticos reclaman <strong>que los cónyuges o parejas</strong> de los funcionarios del Servicio Exterior <strong>puedan cotizar al régimen de clases pasivas de manera voluntaria mientras dure su estancia en el exterior.</strong>