<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió ayer en Nicosia “una solución dialogada y definitiva de la cuestión chipriota” y aseguró que “España va a trabajar en esta dirección durante su Presidencia del Consejo de la UE”. Asimismo, se comprometió en Malta a cerrar, también durante la Presidencia española, un acuerdo migratorio basado en “el necesario equilibrio entre la responsabilidad y la solidaridad”.</strong></h4> Sánchez inició ayer en Chipre y Malta y concluirá hoy en Italia una nueva gira por las diversas capitales europeas para preparar la Presidencia española del Consejo de la UE, que comenzará el 1 de julio. En Nicosia, el jefe del Ejecutivo fue recibido por el presidente de la República de Chipre, Nikos Christodoulides, con quien mantuvo una reunión y un almuerzo de trabajo y realizó una declaración institucional conjunta ante los medios de comunicación. Según precisó la Embajada de Chipre en Madrid, Sánchez aprovechó su estancia en el Palacio Presidencial para depositar una ofrenda floral en la estatua del primer presidente de la República de Chipre, Arzobispo Makarios III. “Quiero iniciar mis palabras reiterando algo muy importante para la población chipriota y por supuesto, también para el presidente y su gobierno, y es <strong>el rotundo apoyo de España a la consecución de una solución dialogada y definitiva de la cuestión chipriota</strong>”, afirmó Sánchez durante la declaración ante los medios. Esa solución, prosiguió, <strong>“debe estar cimentada en el respeto al Derecho Internacional y a las diferentes resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y debe plasmarse en un acuerdo basado en una federación bicomunal y bizonal que suponga una garantía para la convivencia, la paz, la prosperidad de sus habitantes”</strong>. “Así se lo ha manifestado al presidente Nikos y, desde luego, <strong>España va a trabajar en esta dirección durante su Presidencia del Consejo de la UE con la ayuda, sin duda, de Chipre</strong>”, aseguró. “Por supuesto, puede contar Chipre y su Gobierno con esta iniciativa para relanzar y retomar el proceso de diálogo entre ambas partes”, añadió. <strong>“Quiero dar las gracias a España por su posición sobre el problema de Chipre”</strong>, declaró, por su parte, Nikos Christodoulides. “España tiene una sensibilidad particular en cuestiones relativas a la soberanía, la integridad territorial y la independencia”, prosiguió el mandatario chipriota. A juicio de Christodoulides, la UE debería mantener “una participación más fuerte y proactiva” en los esfuerzos de su país “por salir del estancamiento y reanudar las conversaciones desde donde se dejaron”. <strong>“El papel de la Presidencia del Consejo es importante en tales iniciativas y, en este sentido, pero también debido al hecho de que España tiene excelentes relaciones con Turquía, creemos que puede ayudar a nuestro esfuerzo por involucrar a la UE de manera más activa y efectiva en los esfuerzos para salir del punto muerto”</strong>, añadió. <strong>El país está dividido desde 1974 entre una autoproclamada República Turca del Norte de Chipre, únicamente reconocida por Ankara, y la República de Chipre, una entidad mayoritariamente greco-chipriota, con capital en Nicosia, que sí cuenta con reconocimiento internacional e incluso figura como Estado miembro de la UE</strong>. Durante su etapa como ministro de Asuntos Exteriores, Nikos Christodoulides recibió en diciembre de 2021 en Nicosia al jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, con quien coincidió en la necesidad de mejorar la cooperación y la coordinación bilateral, especialmente en cuestiones de interés mutuo de la agenda europea, como las relaciones de la UE con terceros países, incluida Turquía. Durante el encuentro de ayer, los dos mandatarios defendieron la necesidad de avanzar en el Pacto europeo de Migración y Asilo, incentivando tanto la vertiente interior como la exterior y “construyendo puentes que alejen a los veintisiete de una política de bloques en esta cuestión”, según informó Moncloa. Los dos países están situados en ambos extremos del Mediterráneo y, en este sentido, ambos líderes coincidieron en la importancia de impulsar un marco estable de relaciones entre la UE y la Vecindad Sur. <h5><strong>Malta</strong></h5> A continuación, Pedro Sánchez se trasladó a la <strong>República de Malta, donde fue recibido por el primer ministro, Robert Abela</strong>, en el Albergue de Castilla (oficina del primer ministro y denominado así por haber albergado, en el siglo XVI, la sede de los caballeros de la Orden de San Juan de la lengua de Castilla, León y Portugal), en La Valeta. Al término del encuentro bilateral, Sánchez y Abela ofrecieron una declaración institucional conjunta en la que el presidente del Gobierno reiteró su deseo <strong>de cerrar, durante la Presidencia española, un acuerdo migratorio “inclusivo”, basado en “el necesario equilibrio entre la responsabilidad y la solidaridad”, que fortalezca “la dimensión exterior de la migración”, </strong>incluida la ayuda a los países origen y tránsito de la migración, y que tienda “puentes evitar los bloques de países” en esta materia. Por su parte, el socialdemócrata Robert Abela declaró que, para su país, “la inmigración irregular es una presión constante” y advirtió, al respecto, de que “la UE debe hacer más” en esta materia y que “Malta puede jugar un papel importante por su posición estratégica”.