<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se mostró ayer convencido de que el IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que tendrá lugar en Cádiz entre el 27 y el 30 de marzo, va a ser un “éxito” porque representa la importancia de una lengua que </strong><strong>“</strong><strong>no es patrimonio de nadie y es una de las grandes fuerzas que tenemos los hispanohablantes”.</strong></h4> <strong> </strong> <strong>“Hay pocos idiomas que sean realmente universales, y el español es uno de ellos”</strong>, declaró Albares durante un desayuno informativo organizado en Madrid por <strong>Nueva Economía Fórum</strong> para presentar el IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que inaugurarán los Reyes en Cádiz el próximo 27 de marzo. El ministro estuvo acompañado en el acto por <strong>el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el director de la Real Academia Española y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado.</strong> Tras agradecer a Perú por sus esfuerzos para organizar el CILE en la ciudad de Arequipa (a lo que se vio obligado a renunciar a causa la inestabilidad política generada por el autogolpe de Estado de Pedro Castillo), Albares recordó que la novena edición del Congreso será la primera que se podrá seguir íntegramente por Internet, en una muestra de que “el futuro del español se juega en lo digital”. Asimismo, destacó que el Congreso se celebrará “apenas 24 horas después de que concluya la Cumbre Iberoamericana y unos pocos meses antes de la esperada Cumbre UE-CELAC, después de ocho largos años, demasiado tiempo de ausencia de una reunión birregional al máximo nivel”. Todo ello, afirmó, es un reflejo de que la “prioridad absoluta de España es la relación con América Latina y con todo el mundo ibérico”. Albares recordó también que el español es el <strong>idioma oficial en veinte países, 18 en América Latina</strong> (los otros dos son España y Guinea Ecuatorial, a la que agradeció por su labor para que el español sea lengua de trabajo en la UA), que el castellano es “la segunda lengua materna en el mundo, con 500 millones de hablantes”, y el “cuarto idioma más hablado por número de hablantes, con 600 millones”. Aparte, prosiguió, “24 millones de alumnos estudian español como lengua extranjera, y esa cifra no para de crecer”, y “el 8% de los usuarios de Internet utiliza el español, que es la tercera lengua en la Red, sólo por debajo del inglés y del chino”. A todo ello se une, prosiguió, <strong>“la dimensión económica y el potencial económico y comercial del español”.</strong> “Los países hispanohablantes generan más del seis por ciento del PIB mundial” y la existencia de un idioma común “facilita los intercambios comerciales y los flujos económicos”, afirmó. Aparte, el español es “la cuarta lengua en títulos publicados” y dos países hispanohablantes, España y Argentina, figuran “entre los quince principales productores de libros del mundo”, agregó. Por todo ello, anunció, <strong>uno de los objetivos del Ministerio de Asuntos Exteriores es “consolidar el español como lengua de prestigio en la diplomacia”,</strong> porque tener un idioma común “hace más fácil comunicarse y trasladar una visión del mundo, unos valores y una forma de percibir las relaciones internacionales”. “Confiamos en tener al español como lengua protagonista de la diplomacia y las relaciones internacionales” en un contexto en el que, a causa de la guerra en Ucrania, “la política exterior y la diplomacia afectan a los intereses de los ciudadanos”, manifestó. Ejemplo de ese auge del español en el mundo de la diplomacia, destacó, es la reciente decisión de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado (formada por 90 Estados miembros) de adoptar el español como lengua oficial, junto al inglés y el francés. Asimismo, anunció, el Gobierno está trabajando para que <strong>el español sea “declarado lengua de trabajo” en la Corte Internacional de Justicia</strong> (CIJ, el tribunal encargado de dirimir las controversias entre países). “Es una causa justa, porque un tercio de los casos del CIJ ha enfrentado a países de habla hispana”, que se ven forzados al “sinsentido” de litigar entre sí en inglés y en francés. <h5><strong>Muñoz Machado y García Montero</strong></h5> En el mismo encuentro, <strong>Santiago Muñoz Machado</strong> calificó de “heroicidad” la decisión y la capacidad del Gobierno español para asumir el CILE tras la renuncia de Perú. Asimismo, y en respuesta a una pregunta del público, expresó su deseo de que el <strong>Gobierno de Daniel Ortega “rectifique” el “disparate monumental” de cerrar la Academia Nicaragüense de la Lengua por no inscribirse en el registro de “agentes extranjeros” junto a algunas ONG locales. </strong> Aparte, Muñoz Machado aseguró que el español “no peligra” en la región, donde lo hablan entre el 80% y el 90% de sus habitantes, y advirtió de que en España existe una “información no exacta” sobre las supuestas políticas antiespañolas de ciertos gobiernos iberoamericanos. “Algunos gobiernos importantes parten de un nuevo constitucionalismo americano que potencia las tradiciones, las leyes, las maneras de pensar y las lenguas de los pueblos originarios, lo cual nos parece muy bien porque algunas están en riesgo de desaparición”, añadió. Por su parte, <strong>Luis García Montero</strong> defendió, citando al intelectual venezolano Andrés Bello (1781-1865), la “plena soberanía de cada nación sin poner en peligro el tesoro común de la lengua” y lamentó que en la misma España conviven “cuatro lenguas oficiales a veces manchadas por discusiones políticas absurdas”. Asimismo, afirmó que, tras un siglo XX lleno de guerras, cámaras de gas y golpes de Estado y con un siglo XXI que “en solo 23 años ya ha igualado” al siglo XX, <strong>“exigir cuentas a los siglos XV y XVI es poner trampas absurdas”. </strong> Entre los asistentes al acto se encontraban <strong>el secretario de Estado para Iberoamérica, el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo; la presidenta de La Rioja, Concha Andreu (que presentó brevemente el Observatorio Global del Español, adscrito al Instituto Cervantes, con sede en el Valle de la Lengua); el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo; la comisionada especial para la Alianza por una Nueva Economía de la Lengua, Cristina Gallach</strong>, y numerosos embajadores.