The Diplomat
Dos cuadros que habían sido expoliados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y que se encontraban en el Museo de Pontevedra han sido entregados a Polonia, en un acto celebrado en el Museo Público del Castillo de Goluchow.
La entrega tuvo lugar el pasado viernes en presencia del ministro polaco de Cultura, Piotr Glinski; del embajador español en Varsovia, Ramiro Fernández Bachiller; y de re presentantes del Ministerio de Cultura y de la Diputación de Pontevedra.
Los cuadros -un díptico del Ecce Homo y una Dolorosa de la escuela de Dieric Bouts-, pertenecían al Museo de Goluchow, de donde fueron robados por los nazis.
El Gobierno de Polonia agradeció el «ejemplo» del Museo de Pontevedra y subrayó que lo empleará para presionar a otros países para que devuelvan el patrimonio robado durante la Segunda Guerra Mundial, según indicó el ministro de Cultura.
Piotr Glinsk valoró el gesto de España y destacó los valores de «justicia, solidaridad y respeto a la tradición y al patrimonio» compartidos con la Diputación pontevedresa. Explicó que, en los últimos ocho años, Polonia logró recuperar 600 obras, mientras que hay otras 150 que están en trámite, no sin múltiples «problemas» para sacar adelante los expedientes con países como Alemania o Reino Unido.
«Utilizamos los ejemplos positivos de restitución con frecuencia. A menudo las restituciones positivas se producen por forzar a los países e instituciones de origen, pero en este caso (Pontevedra) no es así. A veces obras de una casa de Londres o Berlín, nos informan que están en nuestras listas de pérdida de guerra, las retiran de las exposiciones, pero desaparecen», lamentó del ministro.
Por su parte, el embajador español manifestó que por fin ambas obras “ya están en casa”, y explicó que la colaboración en esta devolución se debe a que “España es un país comprometido con la legalidad internacional, incluyendo el castigo de los crímenes de guerra y la devolución del arte robado”.
Fernández Bachiller lamentó que Polonia perdiera unas 600.000 obras de arte durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial, muchas de las cuales no se han recuperado, pero insistió en la necesidad de seguir buscándolas para devolver ese patrimonio a sus legítimos propietarios.
El vicepresidente de la Diputación pontevedresa, César Mosquera, agradeció la «hospitalidad» y «cariño» mostrados en Polonia y subrayó que la decisión de devolución fue «inmediata» en el momento en el que se conocieron las circunstancias de origen de las obras, en marzo de 2020, incluso antes a la petición formal del país.
«Justicia histórica» y «coherencia política» son los motivos mencionados por Mosquera para la devolución de este patrimonio, dado que el gobierno al que pertenece trabaja «en la restitución de la memoria histórica». «No estaríamos tranquilos sabiendo que vivimos con arte que tiene como origen el expolio nazi», insistió el vicepresidente de la Diputación, quien se mostró «orgullosísimo» de esta decisión.
En este mismo sentido, el director del Museo de Pontevedra, José Manuel Rey, recordó el «shock» que supuso conocer que tenían obras retiradas durante la Segunda Guerra Mundial. Con todo, hasta el momento no ha sido posible conocer cuál fue la historia del díptico desde su desaparición en 1944 hasta que llegó al museo.
El especialista jefe del Departamento de Restitución de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura de Polonia, Marius Wisniewski fue quien localizó en el museo pontevedrés estas obras elaboradas en la escuela de Dieric Bouts. Según explicó, el Gobierno del país emplea desde 2019 «métodos de mercado» para rastrear a través de Internet empleando fotografías antiguas. Fue así como dieron con el díptico de Pontevedra, que fue «el primero que levantó sospechas», en la web y en el Facebook del Museo Provincial.
En 2020, los responsables de esta institución le remitieron una fotografía entera, incluido el marco, y fue así como se confirmó que era la obra que estaban buscando. «El marco en sí estaba en las fotos de antes de la guerra. Es muy característico y posterior a las tablas, hecho a medida. Tiene una inscripción en latín, que es errónea, lo que hizo saber que era a obra que me los buscaba, porque la cita no es exacta», señaló.