The Diplomat
Marruecos no ha conseguido que los tribunales españoles estimaran su demanda contra el periodista Ignacio Cembrero a quien acusaba de haber señalado a sus servicios secretos como responsables del espionaje con el programa Pegasus, del que fue víctima el propio informador.
La jueza Sonia Lence, titular del Juzgado de 1º Instancia 72 de Madrid ha desestimado la demanda que el Reino de Marruecos presentó contra el periodista, señalando que las diversas manifestaciones realizadas por Cembrero «no autorizan al demandante para ejercitar una acción declarativa negativa porque tales expresiones se vierten ante la difusión de una investigación periodística (…) sobre personas que habían sido objeto de espionaje a través de Pegasus».
La magistrada recalca que el periodista vio “publicados mensajes que constaban en su dispositivo móvil”. El demandado tuvo, por primera vez, la convicción de ser espiado cuando leyó dos de sus WhatsApp, en un artículo titulado “Cembrero, el ectoplasma de la Moncloa” y firmado por Hassan Alaoui, director de Maroc Diplomatique, una publicación afín a las autoridades marroquíes. Eran mensajes intercambiados con altos cargos del Gobierno español a propósito de la crisis con Marruecos.
Además la sentencia condena a Marruecos al pago de las costas procesales, pero es improbable que lo acate, ya que, en otras ocasiones ha invocado la inmunidad diplomática de la que goza para sustraerse a esa obligación. La sentencia admite recurso de apelación en el plazo de 20 días hábiles y Marruecos ha anunciado que recurrirá.
Es la cuarta vez desde 2014 que las autoridades marroquíes llevan a los tribunales al periodista Ignacio Cembrero, especializado en el Magreb, sin haber conseguido nunca sus objetivos. El periodista obtuvo el respaldo de distintas asociaciones de prensa, así como de distintas fuerzas políticas, desde Podemos hasta el PP pasando por Ciudadanos, Compromis y Bildu, pero no logró el apoyo no del Gobierno ni del PSOE, cuyos eurodiputados se pronunciaron en contra de una resolución aprobada por una amplia mayoría del Parlamento Europeo que el pasado 19 de enero pidió a las autoridades que dejasen de hostigar a Ignacio Cembrero.