Fuad Ibrahimov
Director titular de la Orquesta Sinfónica Estatal de Azerbaiyán
Juan David Latorre
El pasado 4 de marzo, el Auditorio Nacional de Música de Madrid se vistió de gala para recibir al director de orquesta azerbaiyano Fuad Abrahimov, que interpretó sinfonías de Beethoven y Mendelssohn junto al Orfeón Donostiarra y la Orquesta Santa Cecilia.
Nacido en la Capital Cultural de Azerbaiyán, la ciudad de Shushá, en 1982, Fuad Abrahimov comenzó sus estudios de música a los 12 años y desde hace 8 años es director titular de esta orquesta, director principal de la Nueva Orquesta Filarmónica de Múnich y la Orquesta de Cámara de Bakú.
– Fue usted un niño prodigio, a los 15 años es aceptado como violinista de la Orquesta Sinfónica del Estado de Azerbaiyán. ¿Cómo es la vida de un niño y de un adolescente con esa responsabilidad, y más aún en el país de un director como Mstislav Rostropóvich?
– Mi madre también me considera un niño prodigio, aunque yo no pienso así. Dios me dio muchos dones: tener don de gente, ser atento a los detalles, actuar de manera premeditada y, por supuesto, percibir correctamente los estilos musicales. Se puede imaginar con qué responsabilidad tengo que vivir. Y aún más si naciste en Shushá, la ciudad donde nacieron eminentes personalidades de la música, de la poesía y artistas de fama mundial…
– Desde muy joven ha tenido usted que usar la diplomacia en la relación con importantes personajes de otros países y músicos famosos y consagrados. ¿Qué es para usted la diplomacia? ¿Cree que es necesaria en las relaciones personales y entre los países?
-La diplomacia ocupa un lugar especial en mi vida. Me acompaña desde la infancia, y eso me hace feliz. Lo principal es no usarla en detrimento de la creatividad, la música; hay que lograr la perfección y resultados en todo lo que trabajas. Para un perfeccionista (me refiero a mí mismo) ser además una persona diplomática es un punto a favor.
– Nació usted en la ciudad de Shushá, declarada en 2021 como la Capital Cultural de Azerbaiyán. ¿Cómo ha sido crecer y practicar música en su niñez en un entorno de conflictividad debido al enfrentamiento con Armenia?
– ¡Tuve una infancia feliz! Recuerdo cada momento de mi infancia en Shushá. Puedo dedicar mucho tiempo a su detallada descripción. Por ejemplo, mi primer violín me lo obsequió el famoso compositor azerbaiyano Suleiman Aleskerov (también es de Shushá). Con mi abuelo (xanəndə – vocalista del mugám) solía ir de gira por Karabaj. Mi familia a menudo iba a los bonitos parques naturales para relajarse. Mi lugar favorito era «İsa bulağı»(Fuente de Isá). Pero, desafortunadamente, esta felicidad no duró mucho. Cuando tenía 9 años, tuvimos que dejar mi ciudad predilecta, mi Shushá. Nos convertimos en refugiados, como casi un millón de azerbaiyanos de Karabaj. Un año antes de la evacuación, ya no tenía la posibilidad de ir a la escuela y tocar música. Estábamos en plena guerra, nos bombardeaban con misiles, tiroteaban con balas trazadoras. Todos los días teníamos que refugiarnos en el sótano de nuestra casa y rezábamos por seguir vivos.
– Usted ha puesto especial énfasis en trabajar con músicos jóvenes de gran talento desde que empezó su trabajo como director, y ha creado la «Young Philharmonic Azerbaijan» estatal. ¿Qué objetivos se están cumpliendo con esta creación?
– Sigo prestando una atención especial a los jóvenes músicos. En las orquestas que dirijo tocan jóvenes músicos. ¡Son nuestro futuro! Tuve muchos periodos difíciles en la vida, por lo que entiendo lo importante que es ayudar y apoyar a los demás. Desde este punto de vista, quiero destacar el invaluable apoyo prestado por la Fundación Heydar Aliyev, que se refleja en la formación en dos centros de educación superior en Alemania. Siendo un refugiado, ni siquiera podía soñar con los estudios en Alemania. Muchos chicos pueden compartir tales experiencias. Por ello, considero mi deber compartir todo mi conocimiento y experiencia con las futuras generaciones de nuestro país.
– ¿Es fácil para un habitante de Europa Oriental abrirse camino en centros históricos de la música clásica como Viena o Alemania?
– Sí, se puede decir que hoy es posible. Pero estar a la altura de ese nivel, interpretar correctamente la música y después de la actuación no cerrar puertas detrás de ti ¡no es fácil en absoluto! Por lo tanto, siempre debes estudiar, desarrollarte y no esperar muchos de la suerte.
– ¿Cuáles son sus preferencias musicales? Díganos un compositor, una sinfonía, una pieza musical.
– ¡Amo la música en todas sus manifestaciones! Se dice: “No hay mala música, ¡hay mala interpretación!”. Para mí es muy difícil nombrar a un compositor favorito o la pieza musical predilecta. ¡Son muchas! ¡Me hechizan cada compositor y las piezas musicales que interpreto!