The Diplomat
El secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, se reunió ayer con la nueva ministra de Turismo de Brasil, Daniela Carneiro, en su primera visita a la sede de este organismo desde que fue nombrada por el presidente Lula Da Silva.
En la reunión, según una nota informativa de la OMT, ambos subrayaron las medidas que se adoptarán para dar apoyo efectivo al sector turístico en el país. La innovación, la educación y la formación conforman la base de la hoja de ruta con la que se quiere estimular la inversión y generar empleo digno en el gigante sudamericano, de acuerdo con la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Mientras en toda la región de las Américas las llegadas internacionales están un 34% por debajo de los niveles prepandemia, en 2022 Brasil recibió 3,6 millones de turistas internacionales -casi cinco veces la cifra de 2021 pero un 43% menos que en 2019- e ingresó casi 5.000 millones de dólares estadounidenses, un 68% más que en el año anterior, según datos facilitados por la OMT.
La colaboración entre la OMT y el Ministerio de Turismo brasileño se materializará de una forma más inmediata en la apertura de una oficina regional de la OMT para las Américas en Brasil, un proyecto que ya se tenía en mente en años anteriores, pero del que Pololikashvili aseguró que «estamos ajustando los últimos puntos del contrato» para que esta iniciativa sea una realidad cuanto antes.
Como la economía más grande de América Latina y el Caribe, en la OMT consideran que el país se encuentra en este momento “ante una gran oportunidad para recuperar las estadísticas anteriores a la pandemia y posicionarse como destino seguro, accesible y sostenible”. En este sentido la nueva ministra de Turismo ya ha indicado que entre sus objetivos está priorizar el respeto por el medio rural y la preservación de la sostenibilidad ecológica. El apoyo del Gobierno de Brasil tendrá, de cumplirse esta meta, un impacto mucho más allá del propio sector turístico.
La OMT, según el comunicado, también “celebra los beneficios asociados que traerán consigo estos planes, entre ellos el empoderamiento social, el fortalecimiento de la confianza en los viajes y la aceleración de medidas sostenibles contra el cambio climático”.
Históricamente, Brasil ha sido uno de los países de la región que ha tenido un papel protagonista en la OMT. En la actualidad, es uno de los cinco miembros de las Américas en el Consejo Ejecutivo, función que desempeñará hasta 2025, con un fuerte compromiso de garantizar el trabajo que se ha planteado la organización y velar por la sujección al presupuesto.
Brasil encara la oportunidad de construir una nueva política nacional de turismo basada en el desarrollo del país y de sus ciudadanos. El compromiso de alianza con la OMT se basa en el acompañamiento para diseñar y poner en marcha el nuevo plan nacional de turismo sostenible alineado con la Agenda 2030 y promover la modernización de la legislación turística nacional.