<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, celebró ayer en el Senado que la Comisión Europea y el Gobierno británico hayan llegado “por fin” a un acuerdo para “encajar el Protocolo de Irlanda del Norte” en la futura relación entre las dos partes. </strong></h4> El pasado mes de mayo, <strong>el entonces primer ministro británico, Boris Johnson, amenazó con romper de manera unilateral el Protocolo para Irlanda del Norte</strong> a causa de la complejidad y del alto coste que implicaba su puesta en marcha. Aquella decisión de Londres supuso un importante contratiempo en las negociaciones entre la UE y Reino Unido sobre la implementación del Acuerdo de Retirada, lo cual no solo puso en riesgo la continuidad de los acuerdos comerciales entre las dos partes, sino <strong>que incluso amenazó con paralizar las negociaciones del Tratado sobre Gibraltar.</strong> Finalmente, y después de varios días de negociaciones en Windsor, <strong>la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Rishi Sunak</strong>, alcanzaron ayer un acuerdo para relajar las disposiciones del Protocolo para Irlanda del Norte. El acuerdo, que todavía deberá superar las reticencias del ala dura de los conservadores en la Cámara de los Comunes, permitirá la eliminación, por parte de la UE, de buena parte de los controles a los productos que lleguen a Irlanda del Norte desde Reino Unido. La provincia británica de Irlanda del Norte carece de frontera física con la República de Irlanda, Estado miembro de la UE, y la instauración de una frontera dura hubiera vulnerado el Acuerdo de Paz del Viernes Santo, que puso fin a décadas de violencia. Gracias a ello, Irlanda del Norte permanece dentro del Espacio Común Europeo y las aduanas se han trasladado al mar de Irlanda, que separa a la isla de Gran Bretaña de la isla de Irlanda. José Manuel Albares expresó ayer, durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado para informar sobre las prioridades y retos de la política exterior española para 2023, <strong>su “alegría” por el acuerdo, que ha permitido que Bruselas y Londres hayan conseguido, “por fin”, encontrar un “encaje al Protocolo de Irlanda del Norte”. </strong> Por su parte, <strong>el Gobierno de Gibraltar</strong> acogió ayer “con satisfacción el fortalecimiento de las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea que representa este acuerdo”. “Las cuestiones relativas a Irlanda del Norte y Gibraltar son, por supuesto, diferentes”, prosiguió en una nota de prensa. “No obstante, seguimos trabajando con optimismo para lograr un resultado mutuamente beneficioso para todas las partes, que respete las posiciones de todas las partes y beneficie a la población de la región”, concluyó. El pasado mes de mayo, Albares expresó la “solidaridad” de España con Irlanda por el estancamiento de las negociaciones entre Reino Unido y la UE sobre el Protocolo de Irlanda del Norte. No obstante, advirtió de que estas negociaciones están “separadas” de las de Gibraltar y “no tienen más en común” que la participación del Gobierno británico. <strong>España y la Comisión Europea han presentado una “propuesta global” para la creación de una zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar</strong>, que ya ha sido remitida a Reino Unido y que incluye, como punto más controvertido, el control español de las fronteras exteriores de la colonia “en nombre de Schengen”. A mediados de diciembre, José Manuel Albares y su homólogo británico, James Cleverly, aseguraron en Madrid que ya había “avances claros” en las negociaciones sobre la futura relación de Gibraltar con la UE, pero no quisieron adelantar ninguna fecha para el acuerdo.