<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha reservado el nombramiento directo, sin esperar a conocer el parecer de la Junta de la Carrera Diplomática, de las personas que ocuparán las segundas jefaturas en las embajadas de España en Cuba, Venezuela y México, así como en la Representación Permanente ante la ONU, en Ginebra.</strong> Así se desprende de la <strong>Convocatoria para la provisión de 117 puesto de trabajo para diplomáticos en el exterior</strong>, que fue publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Entre los puestos que salen a concurso se encuentran un importante número de <strong>consulados generales, como los de Roma, Milán, Nápoles, Zúrich, Estambul, Stuttgart, Montpellier, Toulouse, Sao Paulo, Cantón, Chengdu, Guayaquil o Bata, y los puesto de cónsul adjunto en Londres y La Habana.</strong> Igualmente, los diplomáticos pueden aspirar a ocupar las<strong> segundas jefaturas en embajadas como la Santa Sede, Japón, Venezuela, México, Cuba, Uruguay, Argelia, Dinamarca, Irlanda, Sudáfrica, Lituania, Paraguay, Bolivia, Túnez, Tailandia o Arabia Saudí, entre otras.</strong> El procedimiento normal es que los diplomáticos que concurren la convocatoria presente una lista con sus peticiones por orden de preferencia y que la Junta de la Carrera Diplomática, en la que están representadas las distintas categorías de funcionarios, eleve sus propuestas al ministro. Por regla general las propuestas de la Junta son aceptadas, aunque el ministro siempre tiene la última palabra. Sin embargo, cuando alguno de esos <strong>puestos</strong> que salen a concurso figura <strong>con un asterisco,</strong> significa que <strong>el ministro toma la decisión sin esperar a la resolución de la Junta de la Carrera Diplomática</strong>. Generalmente se trata de <strong>destinos considerados especialmente sensibles para la política exterior.</strong> En esta ocasión, como ha sucedido ya otros años con anterioridad y gobiernos de distinto tipo, el ministro s<strong>e ha reservado el nombramiento de los ‘número dos’ en las Embajadas en Caracas, La Habana y México</strong>. También lo ha hecho con el puesto de representante permanente adjunto ante los organismos de Naciones Unidas con sede en Ginebra. El titular de Exteriores quiere ser quien elija a la persona que va a secundar la labor del embajador en Venezuela, Ramón Santos, en un momento en que se ha restablecido cierta normalidad en la relación con el régimen de Nicolás Maduro. Algo similar ocurre con Cuba, donde el embajador es Ángel Martín Peccis, que no pertenece a la Carrera Diplomática. En el caso de México, la decisión puede estar motivada por el deseo de controlar mejor la respuesta a los problemas que plantee en la relación con ese país la actitud hostil hacia España que manifiesta el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. En la convocatoria publica en el BOE, también figuran los puestos de <strong>consejeros culturales en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay, Egipto o Turquía, o los de secretarios de embajada en Moscú y en Kiev.</strong>