The Diplomat
La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) rechazó y lamentó ayer la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de romper el hermanamiento con Tel Aviv y las relaciones con el Estado de Israel.
“Con el único apoyo de 4.000 firmas, por decreto y sin debate, la Comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha tomado esta decisión que no representa ni en forma ni en fondo lo que es Barcelona ni sus ciudadanos”, declaró la FCJE en una nota de prensa.
Según la Federación, “en las últimas semanas ha ido creciendo la presión alrededor de las comunidades judías con esta campaña del Ayuntamiento de Barcelona”. “Desde la FCJE lo hemos vivido con gran preocupación y así se lo comunicamos en su momento a la alcaldesa Ada Colau mediante una carta abierta con fecha 17 de enero”, añadió.
“Independientemente del gobierno que tenga la ciudad de Tel Aviv, el Ayuntamiento de Barcelona no ha tenido en cuenta que se trata de una ciudad ejemplo de convivencia, defensa de libertades, protección de las minorías y donde sus ciudadanos viven en paz sean del origen que sean”, prosiguió.
“Vemos con suma preocupación cómo solo a una única ciudad, a un único país del mundo se le cuestiona sus acciones y su legitimidad”, declaró la FCJE. “Se da la circunstancia de que Israel es el único país judío del mundo. Por eso, a nuestro entender, esta decisión no tiene que ver ni con la política ni con los derechos humanos ni con la paz. Esto tiene un nombre y se llama ‘Antisemitismo sofisticado’”, advirtió. “Apelamos a los ciudadanos de Barcelona a continuar trabajando por la convivencia y contra el antisemitismo en cualquiera de las formas en que se manifieste”, concluyó.
El Ayuntamiento de Barcelona suspendió ayer temporalmente las relaciones institucionales con el Estado de Israel y todas las instituciones oficiales del país, incluido el hermanamiento con la ciudad de Tel Aviv, después de reunirse con las entidades impulsoras de la iniciativa ciudadana Barcelona con el Apartheid no, Barcelona con los derechos humanos sí, de apoyo al pueblo palestino, que han recogido más de 4.000 firmas. Según Colau, la decisión “no es en ningún caso una discriminación contra la población judía, es la crítica a un gobierno, no a un pueblo ni a una religión”.
El Ayuntamiento de Barcelona se hermanó con Tel-Aviv y Gaza en 1998, pocos años después de la firma de los Acuerdos de Oslo (1994), que debían llevar la paz a la región. La líder del PSC en el Ayuntamiento y tercera teniente de alcalde, Laia Bonet, calificó ayer de “gravísimo error la decisión unilateral de la alcaldesa”, que decidió actuar a “golpe de decreto” ante “la certeza de que en el próximo pleno la propuesta de romper el convenio de Barcelona con Tel Aviv y Gaza saldría rechazada unánimemente”.