<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El secretario de Estado para la UE, Pascual Navarro, aseguró ayer que, de la misma forma que la pandemia ha demostrado que Europa “puede avanzar e impulsar la transición ecológica y tecnológica”, la agresión rusa a Ucrania ha “acelerado las razones para la integración” de la Unión.</strong></h4> <strong> </strong> “La agresión rusa ha acelerado las razones de integración, aunque falta encauzar el apoyo financiero y las sanciones al atacante”, afirmó el secretario de Estado durante <strong>la presentación del informe <a href="/Users/34646/Downloads/INFORME%20UE%202022.pdf" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><em>Reformar Europa en tiempos de guerra</em></a>, de la Fundación Alternativas y la oficina en Madrid de la Friedrich Ebert Stiftung (FES). </strong> El documento aborda los retos fundamentales de refuerzo interno que la Unión debe plantearse para convertirse en un verdadero actor geopolítico, tras sufrir los efectos de la pandemia y la guerra de Ucrania. Ello abarca desde las políticas sectoriales -salud, energía, defensa, unión económica- hasta una reforma institucional de los tratados que agilice la toma de decisiones. Las conclusiones del informe, según los autores, son de “una importancia crucial para España, ya que el país asumirá la presidencia rotatoria la UE durante el segundo semestre de 2023”. Según Navarro, la guerra de Ucrania es “nuestra principal preocupación”, ya que se trata de un “atentado” a un país que quiere ser “parte de la Europa solidaria”. <strong>La agresión rusa, prosiguió, ha “acelerado las razones de integración” de la UE, incluida la Brújula Estratégica</strong>, un plan de acción para reforzar la política de seguridad y defensa hasta 2030. No obstante, Navarro matizó que, en lo concerniente a Ucrania, todavía falta por encauzar el “apoyo financiero y las sanciones a Rusia”. En todo caso, afirmó, la crítica situación en que se encuentra la UE a causa de la guerra se produce en un momento de “transformaciones”, después de que las crisis de los últimos años le hayan dado a Europa la oportunidad de “reconocer sus carencias y buscar soluciones”. La UE, prosiguió, es un “proyecto vivo cuya salud depende de la voluntad de los gobiernos y los ciudadanos que le dan soporte democrático” y <strong>la pandemia del COVID-19 ha demostrado que la Unión “puede avanzar e impulsar la transición ecológica y tecnológica” a fin de “reducir nuestra dependencia energética” y progresar en las “relaciones con la Vecindad Sur y América Latina”. </strong> También participaron en el debate María Pallares, coordinadora de Programas de la FES Madrid; Diego López Garrido, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas y director del documento; Francisco Fonseca, ex director de la Representación de la Oficina de la Comisión Europea en España; Aurora Moreno, redactora del Área de Internacional de Radio Nacional de España; y María Ángeles Benítez, directora de la Representación de la Comisión Europea en España. <h5><strong>El informe</strong></h5> De acuerdo con el informe, <strong>el actual conflicto en Ucrania es una “consecuencia indirecta” de una “mala resolución” del final de la Guerra Fría</strong>, que condenó a Rusia a un “papel marginal” en la arquitectura de seguridad europea, en lugar de integrarla en un “proyecto común” que abarcara todo el continente. El segundo error fue la “declarada intención de la OTAN de acoger a Ucrania y Georgia”, tal como se aprobó en la cumbre de Bucarest en 2008, aunque nunca se dio una fecha. Por ello, advierte, <strong>“Europa nunca estará segura con una perspectiva estable, mientras no se integre a Rusia en un acuerdo amplio de seguridad aceptable para todas las partes”</strong>, incluidos los Estados de la Asociación Oriental de la UE, que incluya “medidas renovadas de confianza y de control de armamentos”, sobre las bases de la “indivisibilidad de la seguridad y del respeto a la soberanía de todos los Estados”. Aparte, una de las lecciones que puede extraer la UE de esta guerra es que <strong>no se puede confiar, como hizo Alemania con el suministro del gas, en un país cuyo régimen “no es transparente y democrático”</strong>, porque establecer lazos comerciales y económicos fuertes con un país como Rusia, que ha optado por sacrificar su economía en favor de su hegemonía político-militar en la región, “no es ninguna garantía”. Además, <strong>las sanciones económicas no son “determinantes para derrotar al agresor”, ni siquiera para detener el conflicto, al menos a corto o medio plazo, y tienen “consecuencias muy duras” para quien las impone.</strong> En cambio, en un conflicto planteado por el Kremlin como un “pulso” con EEUU, líder de la OTAN, y por tanto de Occidente, es Europa la que pierde, la que “sufre las consecuencias económicas más duras”. Por ello, el documento advierte de <strong>que la UE no puede postergar más tiempo el objetivo de “alcanzar su autonomía estratégica”</strong>, so pena de convertirse en el escenario en el que “diluciden sus diferencias” otras potencias. Según Alternativas, esta será <strong>una de las “grandes prioridades” de la próxima Presidencia española de la UE</strong>. Aparte, el informe considera “imprescindible” <strong>la reforma de los tratados de la Unión Europea</strong> porque, para que la UE sea más eficaz, es necesario que superar el “sistema de decisión por unanimidad”, actualmente imprescindible para la “aprobación de nuevas sanciones”, y hacer frente a los temas de seguridad y defensa. Según Alternativas, <strong>a la Presidencia española también le va a corresponder abordar esa tarea a través de la Convención Europea.</strong>