<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció ayer en Madrid a su homólogo de Moldavia, Nicolae Popescu, que el Gobierno español va a dar “ya” los “primeros pasos” para convertir la actual antena diplomática en la capital, Chisináu, en Embajada de España.</strong></h4> <strong>La antena diplomática -cuya inauguración fue anunciada el pasado mes de junio por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita a Moldavia</strong>- “nos ha permitido estructurar contactos bilaterales” y ha dado “continuidad a la profundización de nuestra relación bilateral”, declaró ayer Albares durante la rueda de prensa conjunta con Popescu en la sede ministerial del Palacio de Viana. <strong>“He anunciado al ministro que vamos a dar ya los pasos para que esa antena se convierta en una Embajada íntegramente, en un país que en estos momentos es candidato a entrar en la UE”</strong>, añadió. España no tiene Embajada en Chisináu y ejerce su representación en Moldavia desde Bucarest. En cambio, Moldavia sí cuenta con una Embajada en Madrid desde julio de 2010. Según Albares, España mantiene <strong>un apoyo “constante” a Moldavia, que “se mantendrá durante la Presidencia española de la UE”, para ayudar a este país “a sobrellevar las extraordinarias circunstancias y los retos a los que hace frente como consecuencia de la injusta e injustificada guerra de agresión rusa a Ucrania”.</strong> Asimismo, destacó las reformas que está realizando Moldavia para poder entrar en la UE “en circunstancias tan complejas” y se comprometió a mantener la ayuda humanitaria española a este país a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) para facilitar la acogida de refugiados ucranianos y afrontar “una situación tan complicada que no parece tener solución a corto plazo”. Por su parte, <strong>Nicolae Popescu</strong> destacó las reformas desarrolladas por su país “a pesar de una situación muy compleja, la más compleja desde 1992 por la guerra de Ucrania”, y recordó que, desde que comenzó la invasión rusa, “600.000 refugiados han pasado por Moldavia y hoy hay 85.000 refugiados ucranianos en nuestro país”. Asimismo, y sin querer pronunciarse expresamente sobre el posible envío de carros de combate alemanas <em>Leopard</em> a Ucrania, el ministro moldavo afirmó que “cualquier ayuda” que se le brinde a este país, ya sea económica, militar o con equipos de “cualquier tipo”, ayudará a “Ucrania a mantener su integridad territorial y liberar sus territorios”. Esa ayuda “es una inversión para reducir los efectos negativos de la agresión rusa en Ucrania y los efectos negativos sobre decenas de países y para la vuelta de la paz a Europa” y, por tanto, “todos tenemos que aportar para que la paz vuelva al continente y Ucrania pueda liberar su territorio”, añadió. Según Popescu, <strong>España se ha revelado como “un socio de confianza en beneficio del pueblo de Moldavia en el último año”</strong> y, por ello, los dos países quieren seguir trabajando para reforzar las relaciones diplomáticas y ampliarlas a más áreas de cooperación, como la educación bilingüe (“nuestros idiomas son muy parecidos y eso facilita las cosas”). Aparte, los dos ministros firmaron ayer un acuerdo de intercambio entre las respectivas Escuelas Diplomáticas y el Consejo de Ministros remitió a las Cortes Generales el Convenio de Seguridad Social entre España y Moldavia, al tiempo que autorizó la manifestación del consentimiento de España para obligarse por el mencionado convenio. La firma de este acuerdo se produjo el pasado 21 de julio en Madrid por parte del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, José Luis Escrivá Belmonte, y del ministro de Trabajo y Protección Social de Moldavia, Marcel Spatari, previa autorización del Consejo de Ministros del 14 de junio.