<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La búsqueda de marcos penales alternativos a la cárcel en los delitos menores y la lucha contra la violencia de género en el ámbito de la droga fueron dos de los principales retos en 2022 de Copolad, un programa de cooperación entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe en materia de lucha contra las drogas liderado por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP).</strong></h4> <strong>El programa COPOLAD, que lleva ya una década apoyando el diálogo y la cooperación entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe sobre políticas de drogas, está liderado por la FIIAPP, entidad pública vinculada a la Cooperación española,</strong> en consorcio con la Organización Internacional Ítalo-latinoamericana (IILA) y en coordinación con la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) y el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT/EMCDDA). El comité directivo del programa, que reúne a financiadores y socios, se reunió esta semana en Bruselas para hacer un balance sobre los principales impactos de Copolad en 2022, con especial atención al impulso a los derechos humanos y a la equidad de género en las políticas de drogas en América Latina y Caribe. A lo largo del año, Copolad trabajó, entre otros objetivos, para dar respuesta a los principales retos de las políticas de drogas relacionadas con la eficacia y proporción de las respuestas penales. En este sentido, <strong>el programa lanzó el 20 de diciembre un grupo de trabajo para abordar la mejora en la proporcionalidad de la ley penal en materia de drogas y el desarrollo de alternativas al arresto o al encarcelamiento en el caso de los delitos menores</strong>, a fin de evitar la saturación carcelaria y el impacto social del encarcelamiento. Las actividades del grupo de trabajo incluyeron webinarios de intercambio de buenas prácticas entre los países de América Latina, Caribe y Europa, el apoyo al desarrollo de alternativas al arresto o encarcelamiento en los países interesados, laboratorios nacionales para el diseño de propuestas innovadoras y becas para favorecer el intercambio y aprendizaje con otros países. Otra de las líneas de trabajo en 2022 fue <strong>la atención a las personas más vulnerables (tanto desde el punto de vista del consumo como del mercado ilegal de drogas)</strong> y el apoyo a las políticas y a las buenas prácticas relacionadas con la inclusión económica de las personas ligadas a mercados de drogas. Además, el programa apoyó un debate integral sobre drogas, apostando por el refuerzo de los principios de la Estrategia Europea, que pasan por el refuerzo de la igualdad, el respeto a la dignidad humana, la democracia o los derechos humanos, entre otros. En este sentido, otro de los referentes en 2022 fue la <strong>equidad de género</strong>, partiendo de la base de que el 80% de las mujeres que consumen drogas han sufrido violencia. A lo largo de 2022, el programa participó en diversas reuniones de alto nivel sobre estupefacientes, llevó a cabo misiones a Argentina, Paraguay, Ecuador, Perú, Colombia, Ecuador, México, Honduras y Chile y realizó un viaje de estudio a la Amazonía con 14 delegaciones de Latinoamérica para conocer buenas prácticas sobre cultivos alternativos a la coca. De cara a 2023, el programa Copolad intentará aprovechar la Presidencia española del Consejo de la UE, en el segundo semestre de 2023, para fortalecer los vínculos con la región latinoamericana y el Caribe y afrontar los nuevos debates regionales sobre las políticas de drogas y sobre su eficacia.