Este año 2022 se cumplen 100 años del nacimiento del economista José Luis Barceló y Fernandez de la Mora (1922-1991), Doctor Honoris Causa en Ciencias Económicas por la Universidad de Lima y fundador del primer periódico español especializado en información económico-financiera, “El Mundo Financiero”, que vio la luz en 1946 y que aún hoy continúa editándose como diario online bajo la dirección de su hijo.
Barceló fue un pionero de la divulgación económica en España. Desde muy joven, apuntó hacia su vocación periodística trabajando en diversos medios de comunicación. A poco de finalizar la Guerra Civil comenzó su andadura en Radio España, asumiendo la información de economía y mercados internacionales, que dio lugar a un programa radiofónico que se llamaría “Mundo Financiero”.
Este programa en Radio España sería el germen de una idea pionera: la de crear una publicación de información económico-financiera, que fundó en 1946, y de la que fue su Director hasta su fallecimiento en 1991.
José Luis Barceló y Fernandez de la Mora fue asimismo un pionero de la divulgación científica, pasando por Televisión Española dirigiendo y presentando un programa, “El Futuro ha comenzado”, en el que se informaba acerca de las vanguardias científicas y tecnológicas y de los avances de la ciencia o de la carrera espacial, que comenzaba su andadura.
Su legado como periodista, presentador, locutor y divulgador fue referencia durante muchos años en las escuelas de periodismo y radio, perteneciendo a ese selecto club de pioneros que estuvieron en los años del nacimiento de los medios de comunicación de Radio y Televisión y su despegue en la posguerra.
Barceló fue además un destacado filántropo y un pacifista muy sanado para la época, posicionándose muy muy pronto en contra del armamento nuclear y promoviendo la neutralidad de España, lo que le hizo merecedor para ser propuesto como Candidato al Premio Nobel de la Paz.
Destacan en esa intensa labor de investigación algunas de sus publicaciones más memorables como “El átomo y su desintegración (1945), “La desintegración atómica y la industrian del porvenir” (1949), “Contra la Guerra Atómica” (1956), “¿Es legal la guerra atómica?” (1956), “Los peligros de la paz armada” (1956) y “La energía atómica al servicio de la paz” (1960). Uno de sus libros más importantes en este campo por la Paz fue “Proyectos de bases político-económicos para la Paz Mundial” (1948).
De gran capacidad intelectual, Barceló publicó más de medio centenar de libros y muchísimos trabajos, especialmente en su área de especialidad, la Economía, con miles de artículos y centenares de conferencias pronunciadas en todo el mundo, especialmente España, Perú y Marruecos, territorio éste en el que fue residente durante el Protectorado de España y donde mantuvo unas oficinas que visitaba asiduamente.
En materia económica sus aportaciones fueron muy importantes, llegando a publicar algunos libros que han funcionado como manuales de enseñanza. Entre ellos sobresalen “El proceso de industrialización de España” (1945), “Problemas económicos de la posguerra” (1946), “El transporte por carretera, problemas y soluciones” (1947), “Perspectivas económicas del África Ecuatorial Española” (1947), “España precisa de un gran Plan Quinquenal” (1947), “Consideraciones sobre el Seguro Social en la Posguerra” 1948), “Panorama Económico de Marruecos” (1950), “Historia económica de España” (1952), “Importancia económica de Madrid” (1953), “España y el Mercado Común Europeo” (1957), “Planificación Económica de Urgencia” (1960).
Barceló dirigió ininterrumpidamente con rigor y objetividad, durante más de 45 años, el periódico que fundara y que tantas satisfacciones le produjo, cabecera de la que vivió holgadamente hasta su fallecimiento por una sabia dirección comercial, lo que le permitió cultivar otras facetas de la vida académica, divulgativa y científica: su biblioteca, que la familia aún conserva, agrupa 50.000 volúmenes, y está considerada una de las bibliotecas privadas más grandes de España y viajó por más de 50 países de los 5 continentes en muchas ocasiones con motivo de expediciones, como las realizadas en la India o el Amazonas.
Su acomodada posición económica, sostenida además por otras actividades empresariales e industriales, como los fondos que le procedían regularmente de ciertas explotaciones mineras fuera de España, le permitieron expandirse en acciones solidarias o humanitarias y cultivar provechosamente en su misterioso Gabinete otras actividades y disciplinas del saber, como el coleccionismo de insectos, la filatelia o la numismática, la historia, las láminas antiguas o las Ciencias Ocultas y la Parapsicología, de las que fue un experto reclamado en Congresos nacionales e internacionales.
Barceló recibió innumerables condecoraciones y distinciones, fue miembro vitalicio de la Real Sociedad Geográfica y Comendador de la Orden de la Mehdauia, otorgada por el Jalifa de Tetuán durante la mencionada etapa del Protectorado.
Barceló falleció de un cáncer de pulmón el 15 de junio del año 1991 y está enterrado en Galapagar (Madrid), muy cerca de la tumba de de otro gran prohombre español, el Nobel de Literatura Jacinto Benavente, que una vez le prologó un libro, autores que compartieron puntos de vista muy cercanos en lo que se refiere al destino común de los españoles.