<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, participarán hoy en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij en la sesión inaugural de la vigésimo séptima cumbre mundial del clima de la ONU, COP27, en la que se abordará, entre otros temas, la transición energética en plena crisis de suministro a causa de la guerra de Rusia en Ucrania.</strong></h4> Los organizadores prevén la participación de 30.000 personas, entre líderes políticos -incluido el <strong>presidente de EEUU, Joe Biden</strong>-, representantes de los Gobiernos y de organizaciones internacionales, académicos, activistas, empresarios y periodistas. La 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que comenzó ayer y concluirá el 18 de noviembre, incluye <strong>la celebración, entre hoy y mañana, de una cumbre de alto nivel con reuniones plenarias y mesas redondas de marcado carácter político, a la que seguirán dos semanas de reuniones técnicas y académicas.</strong> Entre los platos fuertes de la Cumbre destacarán, inevitablemente, los debates sobre cómo y quiénes pagarán <strong>la transición energética, un asunto que puede verse empantanado por la invasión rusa de Ucrania y la tensión entre los bloques</strong>. Las reuniones coincidirán además con los debates internos en Occidente, especialmente en la UE, sobre el precio de la energía, la dependencia de los combustibles fósiles y la búsqueda fuentes energéticas alternativas para reducir, entre otros objetivos, la dependencia de Rusia. En este sentido, Teresa Ribera lamentó, en declaraciones a la agencia EFE, la ausencia en la COP27 no sólo de Rusia (lo cual era más que previsible) sino de potencias como China o India, grandes emisores de gases con efecto invernadero, “en un momento tenso geopolíticamente”. En todo caso, la vicepresidenta valoró la participación de líderes africanos y latinoamericanos y de los mandatarios europeos, porque es fundamental que la Unión Europea “se explique y muestre su compromiso con sus valores”. <h5><strong>Jóvenes universitarios y Alianza contra las Sequías</strong></h5> Aparte de la presencia de Sánchez y Ribera en las reuniones más políticas, <strong>la delegación de España en la COP27 contará con una decena de jóvenes universitarios, seleccionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y por Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) a través de la iniciativa <em>Generación Clima COP27</em></strong>. Los jóvenes procedentes de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad de Navarra, han sido seleccionados tras ganar un concurso de proyectos sobre adaptación al cambio climático. Uno de los principales retos de la cumbre es, precisamente, avanzar en el programa de trabajo del Objetivo Global de Adaptación y en los temas asociados a pérdidas y daños. El pasado jueves, Pedro Sánchez recibió en el Complejo de La Moncloa a los jóvenes españoles que van a participar en la Conferencia. “Estoy profundamente convencido de que los intereses de los jóvenes deben consolidarse como referencia primordial en las negociaciones internacionales sobre acción climática”, declaró. “Para mí y para mi Gobierno, la emergencia climática es una prioridad. A vosotros no tengo que convenceros, pero tenemos que aunar esfuerzos para persuadir a toda la sociedad de que la transición ecológica no solo es necesaria sino una oportunidad para progresar como país”, añadió. Por otra parte, según informó el Gobierno, <strong>España propondrá en la COP27, conjuntamente con Senegal, la creación de una nueva Alianza Internacional para la Resiliencia a las Sequías con la misión de impulsar la innovación, la transferencia de tecnología y la movilización de recursos.</strong> El objetivo, según el Ejecutivo español, es “proporcionar una respuesta global más coordinada, colaborativa y eficaz que ayude a desarrollar la resiliencia a la sequía a nivel local, regional y nacional” y que vaya “más allá de la respuesta a los desastres, para reducir la vulnerabilidad de los países y las comunidades a la sequía mediante la promoción de medidas de preparación y adaptación eficaces y eficientes”. Kenia se unió a esta iniciativa durante la reciente visita oficial de Pedro Sánchez. La iniciativa cuenta con el apoyo de la secretaría de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y está abierta a la entrada de nuevos países. Las previsiones estiman que, para 2050, las sequías afectarán a más de las tres cuartas partes de la población mundial. Desde 2000, el número de personas afectadas por la escasez de agua ha aumentado un 29%, hasta los 2.300 millones actuales. Según UNICEF, uno de cada cuatro niños en el mundo se verá afectado por este fenómeno de aquí a 2040. Aparte, España se enfrenta en la actualidad a su tercer año más seco desde hace 61 años, cuando empezaron a efectuarse los registros.