<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, António Costa, llegaron ayer a un acuerdo en Bruselas para abandonar el proyecto de gasoducto transpirenaico MidCat y crear, en su lugar, un gasoducto marítimo entre Barcelona y Marsella (BarMar) para conectar la península Ibérica con el resto de la UE a través de Francia.</strong></h4> <strong>“Hemos llegado a un acuerdo los tres Gobiernos para sustituir el proyecto del MidCat por un nuevo proyecto, que se va a denominar el Corredor de Energía Verde y que va a unir a la península Ibérica a Francia y, por tanto, al mercado energético europeo, planteando la alternativa de Barcelona-Marsella”</strong>, declaró Pedro Sánchez a la prensa a su llegada a la reunión del <strong>Consejo Europeo</strong>, que concluirá hoy y que aborda, entre otros asuntos, el impacto de la guerra de Rusia contra Ucrania en la crisis energética y la economía de Europa. <strong>Los tres líderes, prosiguió Sánchez, han quedado en volver a reunirse los próximos 8 y 9 de diciembre en Alicante</strong>, en los márgenes de la Cumbre del Euromed (los nueve países de la UE que pertenecen al Mediterráneo), para abordar conjuntamente tres aspectos fundamentales, a ojos del Gobierno de España”: los plazos para la inversión, el reparto de los costes y, “lógicamente, el volumen de recursos económicos que vamos a tener que implicar”. Según informó Moncloa en una nota de prensa, el acuerdo -recogido en una <a href="https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Documents/2022/201020-Comunicado-conjunto-Espana-Francia-Portugal-version-en-ingles.pdf" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong>declaración conjunta</strong></a>- incluye los compromisos de concluir las interconexiones de gas renovable entre España y Portugal -que unirán Zamora con Celourico da Beira (CelZa)-, desarrollar un gasoducto marítimo que conecte Barcelona con Marsella (BarMar), “como opción más rápida y eficiente para unir la Península Ibérica con Europa Central”, y adaptar técnicamente estas infraestructuras de hidrógeno para transportar otros gases renovables, así como una proporción limitada de gas natural como fuente de energía temporal y transitoria. Asimismo, los tres líderes manifestaron su compromiso de <strong>acelerar y ampliar las interconexiones eléctricas entre la península Ibérica y Francia</strong>, a través del Golfo de Vizcaya, “para lograr una Europa eléctricamente conectada”. “No solamente estamos hablando de interconectar fuentes de energía, como el hidrógeno, el gas u otras fuentes de energía renovables, sino también de impulsar las interconexiones eléctricas entre la península Ibérica y Francia”, precisó Sánchez ante los periodistas. “Quiero agradecer el planteamiento y la apertura del Gobierno francés y del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron”, así como “la solidaridad, el apoyo y el trabajo conjunto que hemos hecho con el primer ministro Costa”, manifestó el jefe del Ejecutivo. <strong>“Creo que ésta es una muy buena noticia para España, para Portugal y para Francia, pero, fundamentalmente, para Europa, porque es una muestra de solidaridad, de compromiso solidario con el resto de Europa que es coherente con nuestra apuesta por la transición energética verde y por la transición ecológica”</strong>, añadió. <strong>Macron había expresado reiteradamente su rechazo a MidCat</strong> por considerar que antes se debían priorizar las interconexiones eléctricas y que ya existía un problema de “sobrecapacidad” en las tuberías que conectan España y Francia. Además, el mandatario galo había advertido de que el proyecto cruzaría los Pirineos “por una zona protegida” y, por tanto, sería incoherente con la agenda climática de la UE. Por otra parte, Pedro Sánchez anunció que durante su desayuno de trabajo con António Costa había llegado a un acuerdo para crear <strong>“un segundo pilar de la <em>solución ibérica</em>” consistente en “regular, en el marco ibérico, todo el almacenamiento de electricidad” </strong>a fin de “contar con una reserva” en la península Ibérica que permita a los dos países “ser mucho más fuertes, mucho más autónomos y mucho más resilientes y, evidentemente, mucho más competitivos, que es lo que necesitan nuestros hogares y nuestra industria”. “Estamos muy seguros” de que este segundo pilar de la llamada <em>solución ibérica</em> “va también a escalar en un futuro no muy lejano al conjunto de la UE”, concluyó.