<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, condenó ayer el fallecimiento de Mahsa Amini y la represión de las manifestaciones en Irán, al tiempo que el Ministerio de Asuntos Exteriores convocó al embajador iraní en Madrid, Hassan Ghashghavi, para trasladarle su protesta por ese mismo motivo, un día después de que el Ejecutivo se pronunciara oficialmente sobre estos hechos con más de diez días de retraso.</strong></h4> Durante un mensaje por videoconferencia durante el acto de presentación del Año de Investigación Santiago Ramón y Cajal, Sánchez expresó la <strong>“condena del conjunto de la sociedad española y también del Gobierno de España por la situación de las mujeres en Irán y por el fallecimiento de Mahsa Amini, una condena que hemos trasladado al Gobierno iraní y que incluye el rechazo a la violencia ejercida contra manifestantes pacíficos y nuestra defensa de la libertad de expresión y del derecho de manifestación”. </strong> Por otra parte, <strong>el Ministerio de Asuntos Exteriores convocó ayer al embajador de Irán en Madrid, Hassan Ghashghavi</strong>, en la sede de Marqués de Salamanca para trasladarle su protesta por represión de las manifestaciones y por la vulneración de los derechos de las mujeres, según confirmaron fuentes de Exteriores a <em>The Diplomat</em>. El Gobierno de Alemania convocó al embajador de Irán en Berlín dos días antes, el pasado lunes. Entretanto, un centenar de manifestantes, en su mayoría mujeres, se concentraron ayer frente a la Embajada de Irán en Madrid para protestar contra la represión y reclamar al embajador que trasladase sus demandas de libertad al Gobierno. <strong>Tanto la declaración de Sánchez como la convocatoria del embajador se produjeron horas después de que Exteriores emitiese un comunicado a las once de la noche del martes en el que expresó su “firme condena” por “la violencia ejercida contra manifestantes pacíficos” en Irán </strong>y exigió a las autoridades del país que “se respete y garantice plenamente el derecho de todos sus ciudadanos y ciudadanas a expresarse y manifestarse libre y pacíficamente”, que se lleve a cabo “una investigación independiente” de estos hechos y que “se depuren responsabilidades de manera transparente, objetiva y completa”. <h5><strong>“No puedo opinar al respecto”</strong></h5> <strong>Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años, falleció el pasado 16 de septiembre a causa de un paro cardíaco en un hospital de Teherán en el que había sido ingresada en estado de coma, después de ser detenida por la llamada Policía de la Moral por no lleva adecuadamente el velo.</strong> Tras su muerte se desencadenaron protestas en diversas ciudades del país, incluida Teherán, que fueron duramente reprimidas por las autoridades, con un balance de varias decenas de personas fallecidas (50, según las autoridades; 76, según una organización iraní de Derechos Humanos en el exilio). Naciones Unidas ha confirmado el uso de armas de fuego en las manifestaciones por parte de las fuerzas de seguridad y Amnistía Internacional ha exigido a la Asamblea General de la ONU la creación de un mecanismo internacional de investigación y rendición de cuentas. <strong>Seis días después de los hechos</strong>, cuando ya se habían difundido ampliamente por las redes sociales y tres días después de ser expresamente condenados por el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, <strong>Pedro Sánchez prefirió no pronunciarse sobre estos incidentes durante la rueda de prensa ofrecida el 22 de septiembre en Nueva York. “He visto que estaba en redes sociales, pero no puedo opinar al respecto”,</strong> declaró. <strong>El Ministerio de Exteriores no se posicionó hasta el pasado domingo</strong>, 25 de septiembre, en un tuit en el que pidió el cese del “uso desproporcionado de fuerza contra las manifestaciones en Irán tras la muerte de Mahsa Amini”, cuya “muerte tiene que esclarecerse y los responsables responder por ello”. Este mensaje fue publicado con motivo de <strong>la declaración emitida ese mismo día por Josep Borrell, en nombre de toda la UE</strong>, en la que instó a las autoridades iraníes, entre otras exigencias, a que “respeten estrictamente los principios consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del que Irán es parte”, a que pongan “inmediatamente a la violenta represión de las protestas” y a que se investigue “debidamente” el asesinato de Mahsa Amini, incluida la rendición de cuentas de sus responsables. Este pasado lunes, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, repitió estos mismos argumentos durante un desayuno informativo de Europa Press. Entretanto, <strong>la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha empezado a promover entre todos los grupos parlamentarios una declaración institucional</strong> en apoyo a las mujeres iraníes y a su derecho “a no hacer uso de velos, yihad, burkas o cualquier otra prenda que suponga una restricción a la libertad individual”. Asimismo, el texto condena la vulneración de los derechos de las mujeres y niñas por parte del régimen iraní, reprueba los asesinatos de Masha Amini y la represión contra las protestas y pide la puesta en libertad de todos los detenidos. La intención del principal partido de la oposición es que esta declaración sea aprobada durante la sesión plenaria de esta semana del Congreso de los Diputados, y todo apunta a que tendrá el apoyo de todos los grupos parlamentarios.