<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, prefirió reservarse ayer su opinión sobre los resultados de las elecciones en Italia, que dieron la victoria a la ultraderechista Giorgia Meloni, pero sí advirtió, en relación expresa con ello, de que “los populismos siempre terminan igual, de forma catastrófica”.</strong></h4> <strong>“Los italianos han votado libre y legítimamente, ellos han escogido a quien creen que debe conducir el país en los próximos tiempos”</strong>, declaró Albares durante un desayuno informativo organizado por la agencia Europa Press en Madrid. “Como ministro de Asuntos Exteriores, debo evitar hacer valoraciones”, advirtió. No obstante, y a renglón seguido, el ministro advirtió de que los comicios italianos se han producido en <strong>un “momento muy definitorio para Europa”</strong> en el que se contraponen dos modelos: “un modelo, por el que apuestan el Gobierno de España y muchos países de Europa, en favor de la construcción europea” y basado en valores <strong>como “la democracia, el Estado de derechos, el pluralismo, la diversidad y la renuncia a la violencia como forma de relacionarse entre Estados”</strong>, y otro modelo <strong>“autoritario, que no cree en la pluralidad y la diversidad y es contrario a los pilares de la construcción europea”</strong>, y “en el que se miran fuerzas políticas en Europa, también en España”. <strong>“En momentos de incertidumbre, los populismos siempre crecen y siempre terminan igual, de forma catastrófica, porque dan respuestas sencillas a muy corto plazo a problemas muy complejos”</strong>, prosiguió el ministro, quien recordó, no obstante, que todavía faltan “algunas semanas” para que se constituya el nuevo Gobierno de coalición en Italia y que “ningún partido tiene la mayoría, ni de lejos”. Respecto a la posibilidad de que lo ocurrido en Italia pueda trasladarse a España en 2023, Albares fue tajante: “No tiene nada que ver, cada país vive circunstancias muy diferentes”. <h5><strong>Ucrania y Rusia</strong></h5> Por otra parte, Albares insistió <strong>en el rechazo de España a los referendos ilegales organizados por Rusia en el Dombás</strong>, en Ucrania, que no tienen “ni la mínima base ni las mínimas garantías” y, por ello, no recibirán “ningún reconocimiento por parte de nadie, por supuesto tampoco de España”. “Esta escalada militar última de Rusia”, que va a traer “más sufrimiento para todos”, demuestra “su derrota militar” y su “derrota política”, reflejada en el “amplísimo rechazo” de la Asamblea General de la ONU, declaró Albares. En todo caso, el ministro advirtió de que <strong>no se debe “angustiar a los españoles y a los europeos” con las amenazas nucleares de Rusia</strong> porque “no hay ningún indicio real de que Vladimir Putin vaya a plantear algo distinto de una escalada de la guerra convencional” y porque “no hay forma de ganar una guerra nuclear, todos perdemos en esa guerra”. Esa amenaza nuclear, afirmó, “sobrevuela de tanto y tanto, aunque menos veladamente otras veces”, y es “absurdo e irracional utilizarla”. El ministro aseguró también que España es “totalmente favorable” a la <strong>acogida de refugiados rusos huidos del régimen de Putin</strong>, especialmente de “ONG, defensores derechos humanos y periodistas que se están jugando la vida”. No obstante, advirtió, esa acogida debe llevarse a cabo “en un contexto que dé seguridad”, porque “no puede haber una avalancha de ciudadanos rusos sin saber quiénes están entrando, se debe hacer un análisis caso por caso”. <h5><strong>Venezuela </strong></h5> Respecto a su reciente encuentro en Nueva York con <strong>el nuevo canciller de Venezuela, Carlos Faria</strong>, en los márgenes de la apertura del 77 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, Albares aseguró que su intención es “hablar con todos los actores para defender el diálogo en Venezuela” y que, durante la reunión con su homólogo, le trasladó, “como he trasladado a todos aquellos con los que me he reunido, como Leopoldo López (líder opositor actualmente exiliado en España)”, que el Gobierno español “acompaña el diálogo porque la solución en Venezuela debe venir de los propios venezolanos”. <strong>“España no desea ni tiene interés en decidir quién es el presidente de Venezuela, eso lo tienen que decidir los venezolanos”</strong>, aseguró. “Me sorprenden algunas amalgamas de la principal fuerza de la oposición (PP), que lo mezcla todo porque tal vez quieren ser ellos quienes decidan quién debe ser el presidente de Venezuela, cuando son los venezolanos quienes tienen que decidirlo”, concluyó.