The Diplomat
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, considera que, en ocho o nueve meses, podría estar en marcha un gasoducto que conecte España con el centro de Europa como reclamó el jueves el canciller alemán, Olaf Scholz, pero recordó que para eso hace también falta la ayuda europea y, sobre todo, la de Francia.
En declaraciones a TVE, Ribera celebró la petición de Scholz para que un gasoducto pueda llevar a través de España y Portugal gas argelino a Europa, y afirmó que sus palabras son una muestra de que la interconexión gasista de España no es un asunto bilateral con Francia, sino algo que involucra a otros países comunitarios.
Por ello, Ribera se mostró partidaria de que Alemania sea invitada a participar en el grupo de trabajo de alto nivel que España mantiene con Francia para hacer más efectivas las interconexiones a través del país vecino.
La ministra insistió en que no sirve de nada que desde la Península Ibérica se trabaje en poner en marcha la interconexión, si no hay una continuidad en territorio francés. «Tiene poco sentido -dijo- que nosotros corramos mucho si del lado francés aquello se convierte en un callejón sin salida porque no hay manera de evacuar ese gas”.
Además, señaló que, al tratarse de un proyecto que mejorará la seguridad de suministro de toda Europa, el Gobierno considera que debería financiarse como proyecto europeo.
El proyecto de MIdcat, que llegó hasta la localidad catalana de Hostalric decayó hace años porque no era viable económicamente en un contexto en el que el gas ruso era mucho más barato que el gas natural licuado. Además, estaba pensado también para un flujo de norte a sur y sólo para gas, en tanto que ahora se plantearía en dirección inversa y también para hidrógeno.
Según señaló Ribera, la construcción del Midcat requerirá una «inversión muy importante» ya que deberá ser una infraestructura que se plantee para una vida de entre 30 y 50 años en la que, posteriormente, el gas deje paso al hidrógeno renovable en sus tuberías.
La vicepresidenta insistió en que los trabajos en la parte española del gaseoducto podrían estar terminados en ocho o nueve meses, pero los plazos finales dependerían de lo que haga Francia en su parte de la frontera.
De momento, la ministra dijo que la instalación de un compresor adicional en las interconexiones en Francia podría elevar entre un 20% y un 30% la capacidad de exportar gas de España en dos o tres meses. Y explicó que esta medida, junto con una mejor logística de los barcos metaneros, pueden ser soluciones a corto plazo para contribuir al abastecimiento de gas de Europa ante «el chantaje de Putin».
Para ello, Ribera, confía en aprovechar mejor el puerto de Gijón para el envío de metaneros a partir de diciembre.
Por su parte, el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, apoyó la propuesta del canciller Scholz, y criticó al Gobierno de Pedro Sánchez por no haber tenido «ni el impulso, ni la reivindicación necesaria» para culminar los casi 250 kilómetros de gasoducto que quedan pendientes de ejecutar.