<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Navantia entregó ayer a la Real Marina Saudí la segunda de las cinco corbetas construidas en sus astilleros de la Bahía de Cádiz, en presencia del comandante de la Real Marina Saudí y de la secretaria de Estado de Defensa.</strong></h4> <strong>La entrega de la corbeta <em>Al-Diriyah</em> tuvo lugar en las instalaciones del astillero de San Fernando.</strong> A la ceremonia de entrega asistieron el comandante de la Real Marina Saudí, vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; la secretaria de Estado de Defensa, María Amparo Valcarce; el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez; el CEO de SAMI, Walid Abukhaled; el director general de Armamento y Material (DIGAM), Almirante Aniceto Rosique y la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada. <strong>Navantia entregó la corbeta <em>Al-Diriyah</em> a la Real Marina saudí tres años después del corte de su primera chapa</strong> (mayo de 2019), “cumpliendo unos exigentes plazos a pesar de la pandemia sanitaria y de la tensión mundial de suministros”, según informó la compañía en una nota de prensa. “Se trata de uno de los buques más competitivos y capaces de su segmento, tal como se ha demostrado en las pruebas de mar realizadas en aguas de la Bahía de Cádiz”, añadió. Durante el evento, desarrollado conforme al protocolo militar, una comisión mixta de inspección (formada por miembros de la Real Marina Saudí y de Navantia) subió a bordo de la corbeta para realizar la preceptiva revisión. A su término se procedió al izado de la bandera del buque, tras lo que la Marina Saudí transfirió el mando de la corbeta al comandante de <em>Al-Diriyah</em>. El presidente de Navantia entregó al Vicealmirante Al-Ghofaily la campana del buque como regalo institucional. En la ceremonia, <strong>la secretaria de Estado de Defensa</strong> señaló que este buque es un excelente ejemplo de la calidad de los astilleros españoles, de la cooperación industrial y comercial entre los dos países, que ha garantizado la actividad económica de más de un centenar de empresas y 6.000 empleos en la bahía de Cádiz. Por su parte, <strong>el presidente de Navantia</strong> agradeció “la colaboración de todos los implicados en la gran tarea llevada a cabo por el astillero, entregando productos y servicios de última generación y mostrando así al mundo las capacidades” de la compañía, y <strong>el vicealmirante Al-Ghofaily</strong> destacó que la entrega de la corbeta “marca los últimos e importantes hitos de su vida de fabricación, que ha durado 38 meses durante los cuales se han dedicado las mejores tecnologías a su construcción e integración con los sistemas de combate de vanguardia”. <strong>La corbeta <em>Al-Diriyah</em> tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y es capaz de transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje</strong>. El contrato para la construcción de cinco corbetas entró en vigor en noviembre de 2018 y, desde que se procedió a la botadura de la primera unidad (en julio de 2020), Navantia botó las cinco unidades con una cadencia de cuatro meses entre cada una de ellas, lo que supuso lograr este hito en un tiempo récord de tres años. Las entregas se están produciendo al cabo de poco más de tres años del corte de la primera chapa de cada buque. <strong>Las corbetas están basadas en el diseño Avante 2200, adaptadas a los requerimientos de Arabia Saudí,</strong> ofreciendo prestaciones avanzadas, un excelente comportamiento en el mar, alta capacidad de supervivencia y capacidad de operación a temperaturas extremas. De forma paralela, alrededor de 500 tripulantes de estas corbetas están completando el proceso de formación y capacitación en el Navantia Training Centre (NTC) en San Fernando.