The Diplomat
La Comisión Europea ha iniciado un expediente de infracción contra España por incumplimiento de una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que obligaba a tomar medidas para proteger el humedal de Doñana y ha avisado que, si en un plazo de dos meses no demuestra su intención de ejecutar esta sentencia, elevará nuevamente el caso a la Justicia europea para reclamar una multa.
En junio de 2021, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea puso fin a un procedimiento iniciado en 2014 por la Comisión para reclamar a España que actuara contra el deterioro de los hábitats naturales en el entorno del Parque Nacional de Doñana “debido principalmente a la sobreexplotación de los acuíferos por las intensas labores de regadío y la demanda de las instalaciones turísticas”.
En aquella sentencia, el Tribunal informó de que España “no había garantizado una gestión sostenible de las masas de agua subterránea que alimentan los humedales de Doñana, tal como exige la directiva marco sobre el agua”, en referencia a las extracciones de agua ilegales y a las extracciones de agua subterránea de la comarca para el abastecimiento urbano. Asimismo, España no adoptó las medidas previstas en la Directiva sobre los Hábitats para frenar el deterioro de los hábitats naturales protegidos en varios lugares de la red Natura de espacios naturales protegidos de la UE, designados por las autoridades españolas en torno al parque nacional de Doñana y dentro de él.
Pese a aquella sentencia, los problemas detectados siguen sin solucionar. Por ello, después intercambiar datos con las autoridades españolas y recopilar la información científica al respecto, la Comisión informó este pasado jueves de que las medidas aplicadas por España “son insuficientes para poner fin a la infracción declarada por el Tribunal”, por lo que ha enviado una carta de emplazamiento en la que reclama a España que presente sus observaciones sobre las cuestiones señaladas por la Comisión. Si no demuestra que está en vías de cumplir la sentencia, la Comisión ha amenazado con remitir de nuevo el asunto al Tribunal “y solicitar que se impongan a España sanciones financieras”.
Según Bruselas, el humedal de Doñana se encuentra entre los mayores de Europa y presenta una gran diversidad de ecosistemas, con un importante muestrario de flora y fauna que incluye especies en grave peligro de extinción como el águila imperial, el lince ibérico y la tortuga mora. Por su estratégica situación, Doñana forma también parte de la ruta migratoria que emprenden cada año millones de aves. Tan singular biodiversidad está protegida por la Directiva sobre hábitats y la Directiva sobre aves de la UE, puesto que el Parque Nacional de Doñana y la zona circundante contienen varios parajes con zonas designadas de la red Natura 2000.
La conservación de los humedales depende de la existencia de agua de buena calidad en cantidades suficientes, ya que muchos de los hábitats que albergan están llenos o empapados de agua durante al menos una parte del año. Se trata, por otra parte, de un imperativo legal con arreglo a la Directiva marco sobre el agua, en virtud de la cual las masas de agua subterráneas han de estar en “buen estado cuantitativo”, es decir, tener agua suficiente para sustentar los ecosistemas de los que dependen.
Doñana, en concreto, se alimenta de diversas masas de aguas superficiales (principalmente el estuario del Guadalquivir) y un extenso acuífero (masa de agua subterránea). Ahora bien, el desvío de grandes cantidades de agua tanto para la agricultura como para las necesidades de los turistas locales está deprimiendo la capa freática. La abrupta disminución del nivel de las aguas subterráneas ha agudizado la vulnerabilidad de los espacios de la red Natura 2000 frente a las temporadas secas de la zona y propiciado su mayor deterioro.