El Rey saluda al presidente mauritano el pasado mes de marzo. / Foto: Casa Real
El Consejo de Ministros aprobó ayer la remisión a las Cortes Generales del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre España y Mauritania y autorizó la manifestación del consentimiento de España para obligarse por este Tratado. Este acuerdo, a juicio del Gobierno, equiparará a Mauritania con otros países vecinos del Magreb, incluida Argelia, cuyo Tratado de Amistad con España fue recientemente suspendido por Argel a causa del deterioro de las relaciones bilaterales.
El Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre España y Mauritania fue firmado en Madrid el 24 de julio de 2008, previa autorización del Consejo de Ministros de ese mismo día. Los firmantes fueron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por parte española, y el entonces presidente Sidi Mohamed Ould Cheikh Abdallahi, por parte de Mauritania.
El golpe de Estado del 6 de agosto de 2008, que depuso al presidente Sidi Ould Cheikh Abdallahi, aconsejó paralizar el procedimiento de ratificación del tratado, pero la visita efectuada el pasado 17 de marzo a España por el presidente Mohamed Ould Cheik El Ghazouani -elegido democráticamente en 2019-, supuso una “ocasión propicia para potenciar al más alto nivel político las relaciones bilaterales y retomar el procedimiento para avanzar en el proceso de ratificación del tratado”, según el Ejecutivo.
El tratado, que supera la Declaración Política (firmada en 2003) y el Memorando de Entendimiento sobre Consultas Políticas (firmado en 2015) con un instrumento convencional de mayor rango, pretende reforzar y potenciar las relaciones bilaterales entre ambos Estados, tanto al más alto nivel político como entre departamentos ministeriales, el sector privado y la sociedad civil. Igualmente, aspira a mejorar la cooperación en un amplio catálogo de materias: el terreno económico y financiero, cooperación en el ámbito de la seguridad, la defensa, aspectos jurídicos, asuntos consulares y migratorios, lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y el tráfico ilícito de estupefacientes. Finalmente, se engloban otros aspectos, como la Cooperación al Desarrollo y los ámbitos de la cultura y la educación.
“El tratado supondrá un salto cualitativo en las relaciones bilaterales y constituirá un paso más en la creciente importancia que las regiones del Magreb y del Sahel tienen para nuestra política exterior”, prosiguió. “Además, el tratado equiparará a Mauritania con los países vecinos del Magreb: Marruecos, Túnez y Argelia”, añadió el Ejecutivo, a pesar de la reciente suspensión, por parte del Gobierno argelino, del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España en protesta por la decisión del presidente Pedro Sánchez de reconocer la validez del plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental.
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