<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno de Pedro Sánchez optó ayer por ponerse nuevamente de perfil tras la muerte de al menos 23 personas en territorio marroquí durante un asalto masivo a la valla de Melilla, una tragedia humana en la que se han vuelto a escenificar, de forma demasiado evidente, las grandes diferencias en el seno del Ejecutivo.</strong></h4> El Gobierno volvió ayer a recurrir a la ambigüedad para abordar la masacre que se vivió el pasado viernes en la valla de Melilla (23 muertos, según las autoridades; 37, según las ONG). El mismo día de los hechos, <strong>Pedro Sánchez se mostró desde Bruselas muy comprensivo con las autoridades marroquíes, cuya Gendarmería se había “empeñado a fondo” para evitar el asalto violento de alrededor de 2.000 inmigrantes irregulares a la valla de Melilla, un asalto que, a su juicio, “se había resuelto bien”</strong>. “Tenemos que ser conscientes de que Marruecos también sufre un problema de presión migratoria”, añadió. En la misma línea, Sánchez aseguró ayer, en una entrevista a <em>La Vanguardia</em>, que el Gobierno <strong>“lamenta la pérdida de vidas humanas, en este caso de personas desesperadas que buscaban una vida mejor y que son víctimas e instrumentos de mafias y delincuentes que organizan acciones violentas contra nuestra frontera”</strong>. Asimismo, volvió a agradecer a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y a la Gendarmería marroquí por su labor y reiteró su habitual mensaje de que <strong>Marruecos “es un socio estratégico para España” en materia de control migratorio y lucha contra el terrorismo.</strong> <h5><strong>Isabel Rodríguez silencia a Irene Montero</strong></h5> La <strong>portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez</strong>, también declaró ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el Ejecutivo “lamenta profundamente estas pérdidas de vidas humanas”, criticó “las mafias que trafican con seres humanos y que provocan situaciones trágicas” y elogió el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la “colaboración” de las autoridades marroquíes. No obstante, lo más significativo de esta rueda de prensa fueron las <strong>hasta cinco ocasiones en que la portavoz impidió la intervención de la ministra de Igualdad, Irene Montero (de Unidas Podemos), tras las preguntas que se le habían formulado expresamente a ella en relación con la valla de Melilla </strong>-incluida una pregunta sobre la posición de los ministros de su partido respecto a la posición de Sánchez-. “Contestaré yo a todas las preguntas”, insistió Rodríguez en cada ocasión. Fuentes de Moncloa explicaron posteriormente a los medios que el objetivo de esta actitud de la portavoz era respetar las normas de trabajo del Consejo de Ministros. <h5><strong>Podemos, PP y PSOE</strong></h5> Precisamente, <strong>Unidas Podemos, socio minoritario en el Gobierno de Pedro Sánchez, registró ayer una Proposición no de Ley en el Congreso de los Diputados para que se abra, de forma inmediata, una investigación independiente sobre la tragedia humana de Melilla</strong> y para que se deriven “las correspondientes responsabilidades políticas y penales en colaboración con las delegaciones diplomáticas de la Unión Europea presentes en territorio marroquí”. “España tiene que estar a la vanguardia de la defensa de los derechos humanos. Por eso hemos presentado una iniciativa para que haya una investigación independiente”, declaró a la prensa el portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique. Por su parte, el <strong>PP ha exigido la comparecencia urgente de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados </strong>para que explique “los graves sucesos” de Melilla y para que precise el “estado de la política de cooperación con Marruecos en política de seguridad” y aclare las circunstancias que han rodeado a este suceso. “En ningún caso” puede afirmarse que el desenlace esté “bien resuelto”, advirtió el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, quien pidió al presidente del Gobierno que “se retracte” de estas palabras porque “ninguna muerte en estas circunstancias puede resultar indiferente”. <strong>Esquerra Republicana, Bildu, Más País-Equo, Compromís y el PDeCAT</strong>, aliados parlamentarios del Gobierno, también han pedido la comparecencia de Pedro Sánchez y del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, en el Pleno del Congreso. En cambio, <strong>el portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Felipe Sicilia</strong>, repitió, palabra por palabra, la posición del Gobierno. Durante una rueda de prensa en Ferraz, Sicilia insistió en que las muertes en Melilla fueron causadas por “toda una red” que “ponen en riesgo la vida” de los migrantes, destacó el “importante” papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en colaboración con la Gendarmería de Marruecos para “tratar de atajar esas mafias que son las que están promoviendo el asalto a la valla” y esquivó todas las preguntas respecto a si su partido estaría de acuerdo en colaborar con las asociaciones humanitarias de la zona en la investigación de los hechos o en pedir explicaciones a Marruecos por esta tragedia. La <strong>Comisión Europea</strong> aseguró ayer que se mantiene en contacto con las autoridades de Marruecos para “entender los detalles” de la tragedia, pero evitó pedir una investigación independiente a Rabat y tampoco criticó a las autoridades marroquíes por haber empezado a enterrar los cuerpos de las víctimas sin esperar a una investigación. La <strong>Unión Africana</strong> expresó ayer su preocupación por el “tratamiento violento y degradante” a los migrantes y reclamó una investigación “inmediata” de los hechos. Por su parte, <strong>la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)</strong> denunció el “uso indiscriminado de la violencia” para gestionar las migraciones y controlar las fronteras y “evitar así que lleguen a territorio español personas que podrían ser susceptibles de protección internacional”. “Entre las personas identificadas se encuentran muchos sudaneses, procedentes de un país que sufre un conflicto armado, y a quienes se les ha impedido acceder de forma legal y segura a la oficina habilitada en Melilla para poder solicitar asilo”, denunció. <strong>“Este es el coste de la externalización de fronteras y de poner en manos de un país que no respeta los derechos humanos como Marruecos la responsabilidad de controlarlas”</strong>, declaró Estrella Galán, directora general de CEAR.