<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Marruecos se dispone a firmar esta misma semana su primer contrato de compra de gas natural licuado (GNL), que será posteriormente regasificado en España en cumplimiento del acuerdo entre Madrid y Rabat para paliar la decisión de Argelia de cerrar el gasoducto que abastecía a la península Ibérica a través de territorio marroquí.</strong></h4> Según explicó este pasado lunes <strong>la ministra de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, Leila Benali</strong>, en el Parlamento, Marruecos -que ha logrado entrar en el mercado internacional de GNL por primera vez en su historia- ha recibido decenas de ofertas que han sido examinadas por un comité ad hoc, y firmará un primer contrato de compra a lo largo de esta semana, según informó la agencia estatal de noticias MAP. A finales del pasado mes de abril, <strong>el ministro de Energía de Argelia advirtió al Gobierno de Pedro Sánchez de que su país rompería el contrato de suministro de gas a España en el caso de que una parte de ese gas natural enviado a nuestro país se desviase hacia algún “otro destino”, en clara referencia a Marruecos. </strong>La reacción argelina se produjo tras el compromiso adoptado por Madrid el pasado mes de febrero para ayudar a Rabat a regasificar gas natural licuado en las plantas existentes en España y enviarlo de vuelta a territorio marroquí a través del Gasoducto Magreb Europa (GME), por el que Argelia abastecía a la península vía Marruecos hasta el pasado noviembre y que fue cerrado ese mismo mes por las autoridades argelinas en plena ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos países magrebíes. Tras la advertencia argelina, <strong>la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera</strong>, aseguró que “el compromiso con Argelia es que ni una sola molécula del gas que llegue a Marruecos puede imputarse a gas procedente de Argelia”. <strong>“El acuerdo que ponemos a disposición en términos comerciales son las infraestructuras para Marruecos, pero con la condición indispensable de que sea Marruecos quien contrata el gas natural licuado (...) y que sea transparente y público el origen de ese gas y el sitio donde se desembarca ese gas, para que estemos seguros de que el volumen, la procedencia y el destino cumple con ese compromiso con Argelia”</strong>, añadió. El anuncio de la ministra marroquí coincide, además, con <strong>un grave deterioro de las relaciones entre España y Argelia tras la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de reconocer la validez del plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental</strong>, un deterioro que se ha traducido en una serie de represalias por parte del Gobierno argelino, como la llamada a consultas del embajador en Madrid, la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación y de las relaciones comerciales (la Unión Europea ha advertido a Argelia de que esta medida violaría el Acuerdo de Asociación, tras lo cual la misión argelina ante la UE ha asegurado que nunca se ha planteado la congelación del comercio o del suministro de gas con España) y la más reciente decisión del Ministerio de Turismo y Artesanía de Argelia de prohibir la cooperación turística con España.