<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <strong>La diplomática Mercedes Rico Carabias, primera mujer en ser nombrada embajadora en España, falleció ayer en Madrid a la edad de 77 años, </strong>según pudo saber <em>The Diplomat</em><strong>.</strong> Hija de la periodista Josefina Carabias y licenciada en Ciencias Políticas y en Ciencias Económicas, Mercedes Rico<strong> ingresó en la Carrera Diplomática en 1973, siendo la tercera mujer en hacerlo,</strong> nueve años después de que el régimen franquista levantara la prohibición de que las mujeres pudieran ser diplomáticas. En 1983, tras pasar por las embajadas en Cuba y en Naciones Unidas (Nueva York), fue nombrada por el Gobierno socialista de Felipe González,<strong> directora general de Política Exterior para Iberoamérica</strong> y dos años más tarde, <strong>en 1985, embajadora de España en Costa Rica, donde permaneció hasta 1987.</strong> De esa manera, Mercedes Rico <strong>se convirtió en la primera mujer en ponerse al frente de una Embajada de España</strong>. Posteriormente,<strong> entre 1994 y 1996 fue también embajadora en Italia; y entre 2008 y 2011, embajadora en Irlanda</strong>. Igualmente, entre 1998 y 2001 ocupó el puesto de representante permanente adjunta para Asuntos de Desarme en la Representación Permanente de España ante las Naciones Unidas y los Organismos Internacionales con sede en Ginebra; y de 2001 a 2004 fue la Inspectora General de Servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores. A lo largo de su carrera ocupó diversos cargos de responsabilidad en el Ministerio, normalmente coincidiendo con los periodos de Gobierno del PSOE. Así, <strong>fue subdirectora general de la Oficina de Derechos Humanos</strong> desde 1987 hasta el año 1991, en que fue nombrada <strong>directora general de Política Exterior para Europa y América del Norte.</strong> En ese cargo estuvo hasta su nombramiento como embajadora en Roma. <strong>Durante los Gobiernos de José María Aznar, Mercedes Rico se mostró muy crítica con la política exterior que se desarrollaba,</strong> especialmente con respecto a Irak. Así, aseguró que "la fractura en el consenso en política exterior hirió a muchos en el ministerio, incluso a funcionarios que tenían menos adscripción ideológica [que yo]". <strong>En 2002, dio el pasó de afiliarse al PSOE</strong> y dos años más tarde, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la nombró <strong>directora general de Asuntos Religiosos en el Ministerio de Justicia,</strong> puesto en el que permaneció hasta su nombramiento para la última Embajada española de la que se hizo cargo, la de Irlanda, entre 2008 y 2011.