<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno reaccionó ayer de diversas maneras a los improperios de la agencia oficial de prensa argelina APS contra el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a quien este pasado martes tachó de “pirómano” por haber dado a entender que Rusia está detrás de las últimas medidas adoptadas por Argelia en su relación con España.</strong></h4> Por una parte, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraron ayer a <em>The Diplomat</em> que <strong>el ministro Albares “jamás” ha hecho ni sola una declaración pública en la que se relacionasen las últimas decisiones de Argelia con la supuesta influencia de Rusia</strong>. La única integrante del Gobierno que sí lo había hecho fue <strong>la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño</strong>, quien el pasado lunes declaró a Catalunya Radio que no le sorprendía la actitud del Gobierno argelino respecto a España porque el país magrebí está “alineado con Rusia”. La propia Calviño declaró ayer a la prensa que el interés de España “como país es tener las mejores relaciones, relaciones excelentes con nuestros vecinos, y muy particularmente con Marruecos y Argelia”. El principal agraviado por las arremetidas de APS, <strong>el propio José Manuel Albares, declaró ayer durante su viaje oficial a Nueva Delhi que el objetivo de España es “tener la mejor relación posible” y resolver las diferencias “a través del diálogo y de la diplomacia”.</strong> “El pueblo español es un pueblo amigo del pueblo argelino y lo que queremos es que sea esa amistad la que prevalezca”, prosiguió, en declaraciones a la agencia Efe. “Por supuesto lo que tienen que ver claro es que siempre habrá una firme defensa por mi parte y por parte del Gobierno de España de las empresas españolas, de los españoles y de los intereses de España”, advirtió. En cambio, <strong>el ministro de Agricultura (y antiguo embajador de España en Marruecos), Luis Planas</strong>, sí volvió ayer a la carga con los posibles vínculos entre Argelia y Rusia. En declaraciones recogidas por la agencia Efe, Planas aseguró que el Gobierno argelino está recibiendo “presiones por parte de otros países” que están afectando a sus relaciones con España. Según el ministro, las recientes visitas a Argelia del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “algo significan”, sobre todo “en el contexto de la Cumbre histórica” de la OTAN, que se celebrará en Madrid a finales de junio. “La guerra de Ucrania está influenciando muchas cosas en el mundo, muchas más de las que pensamos”, advirtió. En todo caso, el ministro expresó su deseo de que “prevalezca el sentido común” y que España y Argelia vuelvan a tener “una relación constructiva y positiva” porque “una buena relación con Marruecos no tiene en absoluto que significar una mala relación con Argelia”. Asimismo, Planas declaró que el cese del ministro argelino de Finanzas, Abderramán Raouya, responsable de la orden de congelar el comercio con España, “quizá pueda interpretarse como un cambio de orientación, lo cual sería positivo”. <strong>La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera</strong>, se mostró especialmente dura con las declaraciones de la agencia estatal de prensa de Argelia contra Albares. “Es inaceptable que ningún medio de comunicación introduzca y vierta ese tipo de comentarios contra nadie, y muchos menos contra un ministro de Exteriores del Gobierno de un país vecino con el que ha habido una relación muy intensa durante décadas y con el que tenemos que normalizar la relación cuanto antes”, declaró a Tele Cinco. La semana pasada, Argelia suspendió el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación y las relaciones comerciales con España en represalia por su cambio de postura sobre el Sáhara Occidental, después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mostrara el pasado mes de marzo su apoyo a la propuesta marroquí de autonomía para la excolonia española. Dos días después, la Unión Europea advirtió a Argelia de que la suspensión de las relaciones comerciales con un miembro de la UE podría violar el Acuerdo de Asociación entre Bruselas y Argel, tras lo cual la misión argelina ante la UE aseguró que nunca se había planteado la congelación del comercio o del suministro de gas con España.