<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró ayer en el Congreso de los Diputados que la Declaración Conjunta firmada el 7 de abril por España y Marruecos supone “un sistema de garantías para la integridad territorial” y, por tanto, para la soberanía española sobre Ceuta y Melilla, que “está fuera de toda duda”. </strong></h4> “<strong>Con ocasión de mi viaje a Marruecos a invitación del rey Mohamed VI el pasado 7 de abril, los Gobiernos de España y de Marruecos sustanciábamos la voluntad de un nuevo marco de entendimiento y estabilidad, adoptando una Declaración Conjunta”, </strong>afirmó Sánchez durante su comparecencia ante el Pleno de la Cámara Baja. La Declaración, prosiguió, “construye un sistema de garantías, para empezar sobre nuestra integridad territorial”. <strong>“Lo dije ante el rey Mohamed VI, y también en mi comparecencia en Marruecos, y lo repito hoy aquí: la soberanía española sobre Ceuta y Melilla está fuera de toda duda, como en cualquier otra parte del territorio nacional”</strong>, manifestó. “Nosotros no aceptamos que se hable de Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas, porque son territorio español, son territorio europeo internacionalmente reconocido. Así lo quise subrayar con mi visita a ambas ciudades”, añadió. “La buena vecindad debe implicar también un modelo de normalidad beneficioso para todos”, porque “las dos ciudades autónomas no pueden vivir y desarrollarse con la presión de la excepcionalidad permanente y la precariedad”, afirmó el jefe del Ejecutivo. Por ello, advirtió, es necesario “normalizar plenamente el paso de las personas y de las mercancías”. “Nada más suscribir la Declaración Conjunta, ambas partes acordamos el restablecimiento inmediato de todas las conexiones marítimas, la apertura gradual de los pasos fronterizos y la preparación de la operación Paso del Estrecho”, aseguró Pedro Sánchez. <strong>“También dije en mi encuentro con el rey Mohamed VI de Marruecos que estamos de acuerdo en que las aduanas en Ceuta y Melilla funcionen en régimen de expedición comercial”</strong>, añadió. “Lo que vamos a hacer los poderes públicos a ambos lados de la frontera es sencillamente asegurar que se cumple la legalidad y que tenemos los instrumentos aduaneros necesarios para regular debidamente el tráfico normal de personas y de mercancías”, agregó. Las delegaciones de España y Marruecos mantuvieron este pasado martes en Madrid la primera negociación sobre el próximo régimen aduanero en Ceuta y Melilla, que concluyó sin resultados inmediatos y se reanudará “en los próximos días en Marruecos”. El encuentro se produjo unos pocos días después de que el director general de Aduanas de Marruecos, Nabyl Lakhdar, asegurara en una entrevista que, en estos momentos, no se dan “las condiciones geográficas” adecuadas para la instalación de aduanas en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla. La hoja de ruta acordada entre Sánchez y Mohamed VI – incluida en la Declaración Conjunta- asegura que “la plena normalización de la circulación de personas y de mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo”. La aduana de Melilla fue cerrada unilateralmente por Marruecos en agosto de 2018 después de siglo y medio de funcionamiento y Ceuta nunca ha tenido aduana. La creación de la aduana podría implicar -tal como desea Moncloa y teme la diplomacia marroquí- el reconocimiento implícito de la soberanía española sobre las dos ciudades autónomas. Durante su intervención ante el Congreso, Pedro Sánchez volvió a defender el volantazo de su Gobierno respecto al conflicto saharaui (que ha permitido poner fin a la crisis diplomática con Marruecos e iniciar la “nueva etapa” en las relaciones bilaterales) con su ya conocido argumento (expresado a mediados de abril en una carta a Mohamed VI) de que <strong>la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es “la base más seria, creíble y realista”.</strong> “Respetamos que otros puedan pensar de otra manera, pero estaríamos engañándonos todos en esta Cámara si no reconociéramos algo que puede parecer una obviedad: hay que desencallar un conflicto que dura ya demasiado tiempo”, añadió. <h5><strong>Cuca Gamarra y Pablo Echenique</strong></h5> Durante su réplica, <strong>la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra</strong>, aseguró que el Gobierno “no tiene ni el apoyo ni el mandato para cambiar la política exterior española” en relación al tema sahararui y le exigió que “vuelva al marco de la ONU, que nunca debió abandonar, de apoyo a una solución negociada entre las partes” y de “<strong>neutralidad activa” sobre el Sáhara Occidental</strong>. “A día de hoy, seguimos sin conocer quién negoció la famosa carta y quién la llevó al palacio al rey Mohamed VI”, lamentó. “Tampoco nos ha aclarado si esto está relacionado con el espionaje de <em>Pegasus</em> y qué archivos le fueron sustraídos de su móvil”, prosiguió Gamarra, quien también preguntó a Sánchez de qué le ha servido su “bandazo” sobre el tema saharaui cuanto <strong>“todavía no se ha creado la aduana comercial de Ceuta y la de Melilla sigue cerrada”, lo cual es “un fracaso, su fracaso”.</strong> Por su parte, <strong>el portavoz de Unidas Podemos (socio minoritario del Gobierno de coalición), Pablo Echenique</strong>, acusó a Sánchez de haberse salido de la legalidad internacional con su cambio de rumbo respecto al Sáhara Occidental y defendió el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. “Marruecos es una potencia agresora y Sáhara es el pueblo agredido”, advirtió.