<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno evitó ayer cualquier pronunciamiento sobre la posible implicación de Marruecos en el espionaje a políticos españoles (el caso <em>Pegasus</em>) o sobre los informes de la Inteligencia española en los que se acusa a Rabat de utilizar los flujos migratorios para presionar a España respecto al Sáhara Occidental.</strong></h4> Según dos informes del <strong>Centro Nacional de Inteligencia (CNI) citados ayer por el diario <em>El País</em></strong>, los servicios españoles de espionaje habían alertado el Gobierno de la intención de Marruecos de utilizar los flujos migratorios irregulares e incontrolados (tal como, de hecho, sucedió en Ceuta en mayo de 2021) para forzar el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, para intentar relanzar el “debate sobre las zonas de solape entre las aguas saharauis y las Islas Canarias” y, posiblemente, para conseguir el control del espacio aéreo saharaui, “actualmente bajo titularidad española”. Aquellos informes se emitieron tras la grave crisis diplomática que estalló entre España y Marruecos a causa de la entrada irregular y en secreto del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, para ser atendido en un hospital de La Rioja. La crisis concluyó el pasado mes de marzo con la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de trasladar al Rey Mohamed VI el apoyo de España a la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, “la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa”. Tras ese inesperado cambio de rumbo de la política exterior española, Sánchez se reunió el 7 de abril en Rabat con Mohamed VI para diseñar la hoja de ruta que marcará la “nueva etapa” de las relaciones bilaterales. <strong>“Todo lo que realiza el CNI tiene carácter de secreto y no se puede hacer ninguna manifestación al respecto”, declaró ayer la ministra de Defensa, Margarita Robles</strong>, durante una entrevista a Telecinco. “No puedo ni confirmar ni negar la veracidad de las noticias”, añadió la ministra, quien elogió el trabajo “serio y riguroso” y “siempre sometido a la legalidad” del CNI, tanto dentro con fuera de España. Aparte, Robles tampoco quiso pronunciarse sobre la presunta implicación de Rabat en el espionaje a los móviles de varios miembros del Gobierno (entre ellos, Pedro Sánchez, el ministro de Agricultura y ex embajador en Rabat, Luis Planas; la anterior ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya; y la propia ministra de Defensa) a través del programa <em>Pegasus</em> y se limitó a pedir que <strong>no se hagan acusaciones “sin pruebas” y a recordar que se ha abierto una investigación en la Audiencia Nacional y, por ello, es necesario actuar con “prudencia”.</strong> En el mismo sentido, <strong>el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, declaró ayer que “todos los informes que emite el Centro Nacional de Inteligencia son secretos por ley y, por tanto, ningún comentario puedo hacer al respecto”.</strong> Asimismo, celebró la “nueva etapa” en las relaciones bilaterales con Marruecos y la colaboración “en materia migratoria, contra el terrorismo, en materia comercial, económica y cultural” y la “apertura de los pasos fronterizos en Ceuta y Melilla”, lo cual es “muy importante y muy positivo para España y también para Marruecos”. Por su parte, <strong>el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, eludió cualquier pronunciamiento sobre la posible implicación de Rabat en el caso <em>Pegasus. </em></strong>“No hagamos especulaciones, siempre he dicho que las especulaciones son absolutamente indebidas y no proceden”, declaró en Santiago de Compostela durante la inauguración de la reunión de Ameripol (la Europol americana). “Siempre lo diré y lo he dicho: las relaciones con Marruecos son de una lealtad, de una fiabilidad y de una fraternidad importantísimas, estratégicas”, y estos vínculos “se han mantenido, se mantienen y se mantendrán”. El <strong>ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares</strong>, se ha acogido en todo momento al “nuevo espíritu” en las relaciones bilaterales para eludir cualquier comentario sobre <em>Pegasus</em>. “Las relaciones internacionales se basan en hechos, no en conjeturas, no en hipótesis, y yo no voy a entrar en ninguna conjetura ni en ninguna hipótesis sobre ningún país del mundo”, declaró Albares, machaconamente, en respuesta a todas las preguntas que se le hicieron sobre este tema el pasado 11 de mayo, tras reunirse en Marrakech con su homólogo de Marruecos, Nasser Bourita.